Selección Nacional Politica (soy persistente e iluso)

Manifiesto

Cuántas veces hemos escuchado a gente criteriosa, coherente y de prestigio - ganado en su accionar político o en su metier- de la imprescindible necesidad de un acuerdo social entre los partidos políticos y organizaciones sociales trascendentes, sobre políticas de estado que nos puedan sacar de este pantano en el cual estamos inmersos. El optimismo actual del gobierno es difícil de creer, dado que ya se han ido a la banquina (según afirman sus propios dirigentes) en varias oportunidades por sus propios yerros, y sostienen que han retomado el camino del virtuosismo económico. Podría ser, pero hay muchos economistas - no oficiales- que lo ponen en duda, reflejándose en el riesgo país más alto del mundo (léase: no nos tienen confianza por nuestro presente y futuro). Por pura lógica: porqué quienes erraron en estos años serán productivos (ya tuvimos mucha antimagia, magia y optimismo). Más aún su estrategia electoral basada en un éxito del 2015. Es decir, polarizar con CFK ensalzándola, corriendo el riesgo de perder contra ella en un balotaje si persiste la gravedad de la situación económica. No perciben que ya no es Cris o Mauricio, sino macristas versus antimacristas, incluyendo éstos al kirchnerismo, peronismo alternativo y sus variantes, y los tantos defraudados que no votaron a Cristina en tal momento. No es el mismo contexto: ya no está Aníbal Fernández como candidato en la provincia de Buenos Aires (un piantavotos serial), más el agravante de un cuadro de deterioro socio-económico severo como el del presente; ni nadie garantiza que Córdoba mantenga su importante volumen de votos, agobiados por la presente debacle. Ni pensar que los jubilados vayan a votar sin obligación de hacerlo, dada su edad, pergeñando su desilusión en las urnas. Sería un acto de un gran estadista llamar a ese acuerdo nacional tan aspirado como necesario. Pero nadie ve más allá de lo que puede ver. Falta altura/grandeza/idoneidad. Valores escasos en estos muchachos que nos gobiernan, confiando más en el marketing que en la política (¡bah! negociar coherencia). Y más aún que su hoy tenue estrella de otrora, queda enceguecida por su antiperonismo - con justificadas razones-, sin percatarse que el peronismo existe más allá de su desprecio. Además los del PJ no son todos iguales. La única verdad es la realidad, se ha dicho con inobjetable razón… Sumémosle que aludir en mejoras en la seguridad y el narcotráfico son políticas solucionables a largo plazo y que no se visibilizarán a noviembre 2019.

Podríamos afirmar con absoluta seguridad que el milagro del acuerdo nacional – dado lo expuesto someramente en este texto- no será efectivizado. ¿Nos queda algo?  En este país tan futbolero, cuyas analogías con el futbol nos agotan (por ser educados), nos queda un último resguardo hasta ahora soslayado por todos, pero fácilmente asequible para quienes aspiramos salir de este penoso presente: formar la selección nacional de la politica. El que gana una elección sería el equipo campeón (River, Racing, Boca, Huracán, etc.), pero las mejores individualidades la conforman los que integran la selección nacional. Generalmente conformada por jugadores que se iniciaron en los grandes referentes futbolísticos, e incluyendo jugadores de equipos de menor trascendencia. Pensemos cuando en nuestra cotidianidad nos enfrentamos colectivamente con problemas que nos superan y ponen en juego nuestro futuro. A la hora de la verdad quienes toman la batuta decisoria son los que más idoneidad poseen. En otras palabras, los apropiados. Éstos avalados por los involucrados, que les dan el consenso necesario para resolver los problemas que los aquejan y ponen en jaque su futuro. Un proceso indubitable, y por siempre existente, frene a la adversidad.

Si no tomamos conciencia de la decadencia a la que llegamos como país, como lo arduo y titánico del esfuerzo que nos conllevará revertir el sistema educativo, de salud, seguridad, justicia, publico, incentivar la ciencia y la tecnología, y consecuentemente erradicar sistemáticamente la pobreza y otros tantos aspectos en los cuales fallamos, no podremos salir del marasmo en que estamos instalados. Dicen que los guerreros espartanos eran imbatibles dado que los soldados elegían a sus generales. En fin, que los políticos y sujetos de responsabilidad social que se destaquen por sus conocimientos, idoneidad y transparencia, conformen un partido político – sobre la base de los ya organizados nacionalmente, hoy casi en extinción- que proyecte/consensue un plan de un puñado de políticas públicas como las aludidas precedentemente, dejando de lado sus egos, en aras de un futuro mejor para sus descendientes y ascendentes ¿Qué ideológicamente no pueden combinarse? Solo necesitan resolverle los problemas a la gente. Mejorar su calidad de vida. Mostrarles el difícil camino-solución a recorrer, que seguramente verá sus frutos dado que recursos tenemos, dejando de ser un país con potencialidad pero pobre como nos califican con razón en el mundo. En fin, es lo que demanda nuestra sociedad: ni optimismo ni magia, realidad. He aludido en otra oportunidad, que Lilita podría dialogar con estos hombres para impulsar esta selección, resolviendo sus dilemas con el PJ (y bajando a la realidad). Los grandes y del metier, saben quiénes parecen ser pero no son, excluyéndolos del Dream Team que tanto necesitamos los argentinos para hallar la solución a nuestros problemas. Las PASO resolverán quienes serán los dirigentes que ocuparan los cargos de mayor relevancia. Nadie quedará excluido y tendrá la posibilidad de destacarse en la infinidad de cargos que requiere el sistema público, proyectando su futuro personal. Una vidriera perfecta, ofrecida en bandeja para conjugar con las apetencias personales, construyendo su propio futuro.

Como leerán soy persistente con mi predica y bastante iluso, pero no imposible. Siguiendo a Samuel Beckett, simplemente intento fracasar mejor. No podemos caer en una opción horripilante, que nos remite al pasado y la mediocridad del presente. No se puede sacar aceite de un ladrillo… No insistamos con lo IMPOSIBLE.

Les deseo a todos muy felices fiestas, y un futuro mejor en el 2019. 

 

Gracias por su atención.

 

Francisco Alberto Scioscia                                                     

 Aportes e interrogantes ciudadanos, 086 de diciembre 20 de 2018.-                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                      

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