Ladran Sancho… (¿los antiperonistas de ley?)
Leyendo lo publicado o expuesto, en los medios de
comunicación, fuera del contexto, resultan muchas veces sorprendentes dadas sus
contraposiciones. Más aun cuando el oyente/lector tiene buena memoria, que se
activa cuando el tema es de su interés. Es decir, damos más relevancia a lo
aludido. La formación del concepto es una construcción temporal, que debe ser
sujeta a revisión según nueva información que se incorpore, lamentablemente sin
conocer la intencionalidad de tal información. A veces no tenemos una idea
cabal, dado que somos legos en la materia. En el caso que origina esta nota,
cada día me sorprendo con referencias al exministro Kirchnerista Roberto Lavagna. Personalmente, mi concepto del
mismo es satisfactorio, aun mis escasos conocimientos económicos. No solo por
ser peronista, él y
quien suscribe, sino que me parece una persona ubicada y sensata, que en su
gestión ministerial dio pruebas de tal calificación personal. Sumémosle el
haberse distanciado de Kirchner por
varias razones, algunas vinculadas con manejos irregulares en la obra pública
(expuestos públicamente a su cese como ministro).
Las primeras objeciones al factible
candidato presidencial, surgieron de un comentario – transcripto en un medio
gráfico años a- fue del economista Prat
Gray, aludiendo que Néstor Kirchner sabía
más de economía que Lavagna. Otra
más reciente: del Presidente de la Nación, aludiendo luego de una entrevista de
consulta con el exministro: que era la persona con más ego que había conocido (supongo que entre los economistas…).
Algunas recientes, como el humorista Alejandro Borenstein, que lo igualo a las excentricidades de un rockstar
(extendiendo una lista figurada/satírica de sus pedidos para ser candidato),
vinculándolo a su excesivo ego. Otra de Lilita,
que lo tildó de soberbio. Algún
crítico de moda como ridículo por sus medias con bermudas y sandalias. Otros lo
acusaron de jovato y otros que era funcionario y no político…Y la última del economista Espert, calificándolo de ignorante. En
todas estas afirmaciones, no puedo dar fe personal, pues se transcriben en los
medios y aislada del contexto. Por ejemplo, porque se rio efusivamente el entrevistador
de Espert a su apreciación sobre Lavagna (aludo al peruano Bayly)…
La excepción podría ser del humorista,
dado que la probabilidad de ser descontextualizado sería nula. Nada en este
país me resulta gracioso en politica, excepto los domingos al mediodía cuando
leo sus brillantes artículos, que expresan sesgadamente su cosmovisión
politica. Se alude como radical, ergo Cambiemos
originalmente (hoy parece dudar del PRO-Macri &). Pero también su olfato
coyuntural, pues aconsejo hace varios meses atrás a Lousteau olvidarse de ser candidato a intendente de la Ciudad de
Buenos Aires, pues con las súper-obras de Larreta
no podría ganarle. El domingo 10 de
marzo, viró aspirando a que ganara el joven exministro, lo cual comparto plenamente. Creo que este es el político más
relevante que ha generado este país, y que ha sido víctima de torpes críticas
por los miembros temblorosos de Cambiemos.
Autocalificado como social-demócrata, pasa a la UCR para no ingresar en
la máquina trituradora de las internas peronistas, mejor pre-internas, que te
destruyen, llegando desangrado a las PASO
(si llega). Esto corre por mi
cuenta y no puedo evaluar si su estrategia es buena o no, lo develara su futuro
(espero que haya acertado). Esta referencia a este no tan joven político – está en una edad magnifica- no es una digresión. El mismo afirmó
recientemente que Lavagna era un
candidato digno. No aludió
específicamente a su idoneidad. Estimo que siendo par y conocerlo por estar en
su metier, su opinión me resulta satisfactoria, concordante con muchos sujetos
trascendentes y con la del suscripto, no
trascendente.
Un solo interrogante, las opiniones
vertidas en el segundo párrafo del presente texto me huelen a un no expuesto
antiperonismo, que implicaría cierta desazón de votantes del PJ, K o no, que si lo expresaran abiertamente, y de aquellos que sin
ser pejotista, entienden que el peronismo forjo un avance en el país, por el
acceso de las clases trabajadoras en la escena político-social¸ el trato a los
humildes¸ dignificó a la mujer sometida al machismo imperante, incluyéndola
como ciudadana al permitirles votar. Juzgar a Perón con la mirada del presente es un error groso. Y no olvidar
dos cosas: que los votos de Alfonsín,
emergieron de los hijos y nietos de esos obreros que vieron consagrado el
progreso en sus descendientes gracias al nivel educativo que obtuvieron, y
segundo, que si tales logros hubiesen sido intenciones de mantenerse en el
poder, tuvieron efecto positivo en la sociedad. Solo por ello los anti deben guardar silencio, no garpa
criticar al líder, que si cometió excesos en sus periodos presidenciales
(incluyendo el último), pero brillo en su regreso –1972- disolviendo una
antinomia social de entonces, con un proyecto unificador (Perón-Balbín). SÍ a sus
obsecuentes y mediocres funcionarios, hasta el presente, con excepciones como Carrillo-Cafiero y otros que no está a mi alcance información neutral.
Muchachos y muchachas del poder, a los ciudadanos macristas, traten de
apaciguar su rencor y mirar los hechos positivos y desechar lo negativo que ya es historia. Este país crecerá solo con una
conjunción de los dos partidos tradicionales, que supere a los mismos. Aunque no me permitan una digresión la haré.
Sería saludable
que Lavagna sea presidente por un
periodo, convocando a un acuerdo nacional, con los mejores hombres que tenemos.
Crear un Consejo Económico y Social multilateral,
con opinión sobre todos los asuntos que se requieran para encarrilar el
derrotero de nuestro país. Que Massa
no le escape a su postulación a gobernador (no lo va a desmerecer hacerlo), que
Lousteau sea el intendente de Buenos
Aires. Y porque no, Urtubey el jefe
de gabinete y algunos hombres del partido Propuesta Republicana – un chiste la
denominación- como ministros o legisladores. En 2023 será para alquilar balcones para ver quien de todos ellos será
el nuevo presidente, con las bases sólidas que construyeron ellos mismos (o no,
y nos fuimos al precipicio). Seguramente habrá otros que trataran de remediar
el fracaso al que nos conduciría mi delirio. Concluiría con una frase que
sintetizaría mis aspiraciones: SENSATEZ
Y SENTIMIENTO
.
Gracias por su atención.
P.D.:
hoy hace 46 años que voté por primera vez, a los 23 años, participando como
fiscal para el Frente Justicialista para
la Liberación (Frejuli), gratis y sin micros,
solo un choripan. Me inspiró a escribir este artículo impensado hasta este día.
Francisco
Alberto Scioscia
Aportes e interrogantes
ciudadanos,
090 del 11 de marzo de 2019.-