UNA  BUENA IDEA

   

                        

            Como cientos/miles/millones de ciudadanos preocupados por nuestras frecuentes crisis económicas/políticas y sociales, sus interlocutores válidos por siempre han insistido en un acuerdo multisectorial para tratar de fijar políticas de estado que reviertan el progresivo deterioro de nuestra Nación. Desde el retorno a la democracia, 1983, todos han sido sugerencias intrascendentes, o que en definitiva no solucionaron ningunos de los problemas que nos aquejan cotidianamente. Como ser el de mayor trascendencia, el pacto de Olivos que modifico la constitución en 1994, con acuerdos mayoritarios de los constituyentes que representaban a los distintos partidos políticos. Un acuerdo viciado de objetivos espurios e infantiles: Menem su reelección y Alfonsín mayores controles al sistema republicano, con un fallido Jefe de Gabinete de ministros, que por siempre respondieron fielmente al presidente de turno, sin la autonomía que se pretendía. Menem lo hizo (presidente reelecto).Nada cambió.

Para ello tendríamos a la coalición gubernamental del presente, que no se ha lucido precisamente hasta casi el final de su mandato (diciembre próximo). No se sabe cuál ha sido el real disparador de una convocatoria multipartidaria, a tratar de confirmar diez puntos prefijados por el gobierno, que se asemejan a “esto es lo que hay”. Una lectura real sería: con esto fracasamos y nos tienen que bancar (sostener/soportar) a semanas de la PASO. Transformando a su líder en el “gran convocador” (merecería otro adjetivo) que omitió hacerlo cuando emergió la crisis cambiaria del año ppdo., siendo esta la real oportunidad para tal acuerdo, y obviamente sin esos puntos objetados por todo el arco opositor, y antes de acordar con el FMI. Una simple extorsión: quien se puede negar a dialogar si es esto que siempre se ha demandado. Y así se inicia el Circo PRO: todos aportan sus propios puntos y amplían la base del acuerdo, hasta incluir a Cristina… 

          La CONFIANZA es el gran ausente y no la van a lograr en plena campaña electoral. Otro zafarrancho nativo. Deben dar muy mal las encuestas y los resultados cualitativos de los focus group barbapeñistas para recurrir a tal convocatoria, ajena a las penurias de la población, preocupada por su escuálido bolsillo. O será una estrategia para desunir aún más al peronismo… Cualquiera sea seguramente fallaran como lo han hecho sistemáticamente hasta el presente. Nadie duda que serán los tres contendientes principales: Cambiemos, un Peronismo Alternativo – todo un misterio a develar, pos elecciones en Córdoba del próximo domingo- y Unión Ciudadana, con menor misterio: sinceramente Cristina será candidata (el resguardo de su hija en Cuba y su libro así lo indican). Aunque se pretende unir a todas las versiones peronistas, esto no sucederá dado que espantará al 60% de indecisos. La idea que el peronismo unido jamás será vencido, es el pasado que jamás volverá. Con o sin Cris, son otras generaciones, que guardan en su memoria los recuerdos infantiles/adolescentes/jóvenes adultos de Raúl Alfonsín.

          Lo sorprendente es que de las tres, dos están contra el kirchnerismo, léase: como un modelo populista a defenestrar por siempre (diría no muy convincente, dado los orígenes del Peronismo y la Unión Cívica Radical). La propuesta de Lousteau, de incorporar a las huestes de Lavagna y sus socios (Stolbizer y Lifschitz) a Cambiemos seguramente apunta a sumar a los votos indecisos referidos, igualmente a la propuesta del presidente radical (Cornejo). Propuesta avalada por los dirigentes pro originados políticamente en el peronismo. Estos son muchos y a gusto de contar con un líder conocido, y tener una oportunidad de escalar posiciones que en el peronismo no tenían, llenando de espanto a los pro-puros. Estos, no olviden que han fracasado, lo nieguen, o no. O más, son todavía optimistas. Como buenos argentinos todas nuestras penurias son ajenas…

            La ecuación se resolvería fácilmente si el Peronismo Alternativo se sumara a Cambiemos y definieran en las pasos sus candidaturas, incluyendo a Macri. Un verdadero desafió, que finalmente dejaría fuera de juego a Unidad Ciudadana. A la postre tendrán, desde junio – presentación de alianzas y candidaturas- a agosto hasta las PASO para definir un programa razonable: Salud y Educación inclusivas, hambre cero, reformas politica, judicial, laboral, previsional, y del Estado, desarrollo científico-tecnológico para generar exportaciones múltiples, potenciar al máximo nuestros recursos agro-ganaderos exportables, y tantas más que no habría limites en el texto. No confundir que se deben hacer propuestas que solucionen estos ítems, sino que queden OBLIGATORIAMENTE ser debatidos multisectorialmente en el próximo gobierno, que genere confianza en una ciudadanía mayoritariamente desilusionada (diría más precisamente desangrada). Hasta podrían ganar en primera vuelta ¿Que no es posible?, sí que lo es, pero implicaría una maduración que la realidad nos indica que estamos lejos. Como se dice: el tren pasa una sola vez…y lo perderemos los ciudadanos de pie. Los representantes políticos seguirán disputándose poder vanamente, tal cual lo define el diccionario: “sin fundamento o realidad”. ¿Deberemos llegar hasta la debacle total para que la realidad se imponga? Cualquiera de los dos candidatos probables al presente ya ha fracasado. No debemos darle otra oportunidad. Ni populismo irresponsable, ni soluciones liberales fracasadas. Estas luego del inicial kirchnerismo prolijo que definió correctamente el ultra liberal J.L. Espert, que permitió transitar algunas mejoras para la población en el 2017 (luego de un duro año anterior). La realidad se impuso, y en el segundo trimestre del 2018 nos fuimos a la merde, y ahí sí recurrimos a recetas liberales con final incierto con tutela del “infalible” FMI, y TRUMP que nos quiere/les conviene, por el potencial de país que podríamos ser, y no somos. Pero siendo el “rey del mundo”, no sé si lo hace porque Macri es el único “amigo” (quien lo tildó de loco ante de ser electo, posta), o tiene una cosmovisión politica visionaria de campos fértiles, vacas vivas y muerta para alimentar a sus ciudadanos en situaciones futuras extremas. ¿Habrá otra?, pues las dos no me cierran…

Gracias por su atención.

 

Francisco Alberto Scioscia                                                

 Aportes e interrogantes ciudadanos, número 095 de mayo 10 de 2019.-                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                   

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