PASO: INCOMODO DILEMA |
En los primeros años del menemismo,
el ingeniero Álvaro Alsogaray en
una especie de cadena nacional, disertó sobre economía, dada la influencia
del mismo sobre el presidente “peronista” (un socio inesperado, luego de fracasos
de los antecesores ministros de economía, emergentes del ámbito empresario).
Justificaba la desestatización de las empresas que generaban déficits
crónicos al Estado, como ser Entel, Gas del Estado, Aerolíneas, YPF,
etc., para lograr un equilibrio fiscal, o mejor un superávit de las cuentas
públicas. Era obvio que los gobiernos radicales y peronistas que los
precedieron preferían mantenerlas dentro de la órbita estatal. Siendo un lego
en la materia quise escuchar los fundamentos de una economía de mercado de sesgo decidamente liberal. Sorpresa: el
mayor fundamento era la “confianza”
como factor sine qua non sobre
cualquier otro. Raro que un término propio de las ciencias humanas –
estudiaba por entonces psico en la UBA-
prevaleciera sobre posibles normativas o procesos económicos… En estas próximas elecciones que
posiblemente se definirán por un balotaje entre Juntos por el Cambio-Frente
de Todos…, simbolizando el
primero la república y el restante
el autoritarismo. El gobierno de Cristina en sus ocho años ha dado
muestras claras de su vocación autoritaria,
depreciando a las Instituciones. Cuestionamiento
al Poder Judicial; distorsión en
la información (léase INDEC); un Congreso transformado en escribanía, etc…) El haber elegido a otro Fernández como presidente,
relegándose a la vicepresidencia, no
modifica en nada su preminencia en el Frente.
Confiar en quienes la criticaron hasta el cansancio (Massa, el mismo Alberto Fernández,
Sola, Solanas, Donda, etc. etc…) no excluye la posibilidad de la traición de ganar las elecciones,
dado que desde su lugar en el Senado
poco puede hacer para impedirlo. Cris
no tiene una visión politica clara y sus decisiones en la materia llevaron a
la derrota a sus candidatos en las últimas elecciones, tanto a nivel nacional
como en la provincia peronista por
excelencia, y con la mayor cantidad de votos (37 % del padrón electoral). Hoy el Frente que conforma no
pudo unir a todas las vertientes peronistas, que podrían haber garantizado
ganar en primera vuelta o balotaje. Utilizo el condicional, pues quienes no adhirieron saben que sus bases no votarían al kirchnerismo
seudoperonista, estando Cristina
en la formula. Por tanto, todo dependerá del nivel del humor social en Octubre o Noviembre próximos (influenciado por
los bolsillos, estabilidad del dólar, e inflación), no por la suma de los
votos de tilde peronista, como sucedía en otras épocas bajo el infalible lema
“el peronismo unido jamás será vencido”… La presencia en el frente del Cambio, de la UCR, CC y la
ampliación del mismo hacia otros sectores peronistas con la incorporación de Pichetto, podría considerarse como
una opción republicana, aunque el vice de Macri contribuyó al autoritarismo denostado, en su carácter de
jefe de la bancada peronista en el mandato kirchnerista…algo extraño. El oficialismo inició su gobierno con una sería
situación socio-económica, remontando paulatinamente la misma con la
colaboración del peronismo no kirchnerista, logrando ganar las elecciones
legislativas del 2017, dado que se sentía en los bolsillos, y rectificaban
los continuos errores cometidos, bajo el amparo de su novatez como partido
nacional del preponderante PRO. La
variación del cálculo del haber previsional inmediatamente posterior al
triunfo en las elecciones aludidas – una especie de aval a su gestión-
disparó un clima enrarecido, ya que las explicaciones de tal modificación
eran contradictorias a todas luces, expresadas por los miembros del staff
oficial (es inferior a la preexistente, pero cobrarán más ?¿). La
rectificación - en aumento- del pronóstico de inflación, fue generando
desconfianza en los mercados, tanto el nativo como el internacional (este ya
no nos prestaría más money). El oficialismo no pudo, no supo, controlar la embestida cambiaria, recurriendo
al FMI como último recurso,
endeudándose arriesgadamente. Frenaron el dólar, pero su devaluación (casi un
150%) trituró la economía. Y están esperando ganar las elecciones para
reanudar sus planes de crecimiento: léase reformas estructurales en
jubilaciones, trabajo, bajar la inflación y alguna otra que no tienen
asegurada por más que ganen (meses y meses perdidos en tal espera...).
Patetismo PRO… No creo que el
kirchnerismo sea tan benévolo como al inicio del gobierno macrista. Pero el punto crítico será como solucionar la baja de las tasas
de interés sin que aumente el dólar, destruyendo aún más la economía.
Ni Mandrake, ni Copperfield, figuran en el staff del
frente Juntos por el Cambio ¿Será otra vez sopa? Espero que esta vez Dios se apiade de nosotros… (¿tal vez una vaca viva?) pues la
famosa y trascendente “confianza”
no se compra, ni se vende. Si pierden nos espera el
kirchnerismo como una Caja de Pandora.
Nadie sabe cómo será, ya que las arcas están vacías y no nos prestaran del exterior, con la lamentable posibilidad de
liquidar las reservas y después vemos… En fin, el dólar será blue y se agotara el consumo o más
inflación. Ídem ruego a DIOS. Alejandro FANTINO, aludía que lo conocía de relatar a boquita, que Macri era un tipo de suerte. Ni duda,
primero ser presidente con un partido tan limitado y una predica de pastor
evangélico; y segundo tener un adversario tan cuestionado. Sorprende que
tengamos simultáneamente dos anti en pugna: macrista y kirchnerista,
luego de absorber brutalmente al Peronismo
Alternativo y al Frente Renovador. En fin, parece que no estamos condenados al éxito… Evidentemente mi decepción es
abrumadora ante la patética opción de dos frentes que fracasaron en su
gestión. Pero seamos prácticos y votemos a quien nos parezca una opción
válida, tanto en las PASO y en
primera vuelta, así tendremos un Congreso
equilibrado, que dará mayor garantía a los proyectos a tratar en el mismo.
Votando sin polarizarse, seguramente habrá balotaje… y tendremos tiempo para
pensar a quien votar, o prescindir de tal funesta opción…
Gracias por su atención. Francisco Alberto Scioscia Aportes e interrogantes ciudadanos, (número 101 de agosto 6 de 2019) .-
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