Conducción:

Casi en el 98% de los casos quien tenga cualidades de ejecución, las tuvo que haber desarrollado en sus actividades profesionales o partidarias. Quien tenga tales cualidades de conducción, por el hecho mismo de poseerlas, se estimulan en el ambiente-necesidades propicias (el 2% restante implica una excepción para gente de excelente nivel intelectual cuya actividad no se concreto colectivamente). En nuestros políticos no se da, tanto por el nivel aludido exigido como su actividad política que es propicia para la conducción. La probabilidad de que alguno se transforme en un  ejecutivo productivo en el ejercicio del cargo es nula o mágica. Las consecuencias funestas para nosotros. Las experiencias acaecidas nos indicaron que mayoritariamente nuestros PEN, en los últimos 50 años, fueron mediocres conductores. No simplifiquemos con creer que buscando empresarios exitosos en funciones ejecutivas tendríamos resuelto nuestros problemas. Ya hubo y no dieron resultado. La de ejecutar es una condición indispensable pero aunada a otras superiores, como ser: nivel intelectual, cultural, equilibrio emocional, sensibilidad social, estaño, etc.

                                                                                  aportes 021-025