Definir
los niveles de idoneidad implica previamente la aludida clasificación grupal en
entendedores y compresores, según la definición expuesta sobre
inteligencia en los puntos precedentes. Tomemos una grafica piramidal
referencial, en la cual en su vértice tendríamos a los comprensores, por
ser inferiores en número y a continuación los distintos niveles de entendedores.
Quiero destacar que esta es una calificación de nuestras reales capacidades, no
las que nos asignan otros en nuestra actividad. Lamentablemente lo formal en
las organizaciones actuales no corresponde a lo real. Asimismo que en el
vértice de tal pirámide no hay un solo sujeto, aunque obvio hay muchos que
creen ser el actual “dios” terrenal con una alta dosis de emociones en tal
concepción que lo invalidan definitivamente. Lastima que frecuentemente los
tenemos que padecer y sufrir las consecuencias... Disculpen la digresión, en su
base se encontraran aquellos entendedores menos privilegiados y los que
recién se inician en cualquier metier. Algunos superaran y otros no, tal nivel.
Los niveles de entendimiento subsiguientes estarán vinculados al mayor grado de
intuición que nos ha sido dado. La conjugación con factores emocionales como
ser dedicación, persistencia, avidez de conocimiento, etc., determina que un
sujeto con mayor nivel de entendimiento, sea superado por quien posee mayores
cualidades en su inteligencia emocional. Es decir la ecuación personal
resulta trascendente para subir escalones entre los distintos niveles de
entendedores, hasta su respectivo techo. Nos guste o no nadie puede eludir sus
limitaciones, aun el máximo esfuerzo según lo hemos expuesto en los puntos
precedentes. También consideremos que todos debemos, o deberíamos partir de la
base inicial - resultando evidentes las consecuencias para quienes las
omitan- y que accedemos igualmente al conocimiento desde la intuición. Esta
es poseída tanto por cualquiera de los dos grupos, pero la capacidad de
razonamiento lógico-formal solo a los denominados analistas de símbolos
o comprensores, descripto anteriormente. El techo de los entendedores,
los del mayor nivel de entendimiento y un buen dominio emocional, serian el piso
de los comprensores del nivel inferior. Podríamos situarlos en una
organización estándar, como los jefes de departamento o coordinadores de
equipos de trabajo ideales. Asimismo el piso en los cuales se sostienen, real
no figurativo, los niveles de comprensión. Definir cuantos niveles hay entre
los entendedores resultaría controversial, dado que no hay certezas en tal
materia. Pero estimo que los tramos podrán oscilar entre cinco o seis. Igual
para los grados dentro de cada tramo, siendo estos variables según la evolución
personal. Tal mensuración obedece a lo observable en la cotidianidad, aunque
podría ser mayor o menor pero no en un número significativo al
expuesto. Es una calificación cualitativa más que cuantitativa, por lo tanto
difícil de mensurar.
En el nivel de comprensores,
inmediatamente posteriores a los entendedores de primer nivel (vamos de
abajo hacia arriba en tal clasificación), estarían los menos dotados.
Francamente desconozco si se tiene mayor o menor grado de abstracción,
globalización o sistematización, o tal progresión esta referida a la
conflictiva personal, es decir emocional. Esto se vislumbra en los casos
fronterizos. Es decir, aquellos que según su accionar podría fluctuar
indistintamente entre el nivel máximo de los entendedores y los del nivel
inferior de comprensores, según se encuentra su estado emocional. Son personas
que pueden desorientarnos y en un número escaso. Estos sujetos me remiten a
dudar, si depende o no del factor emocional el desarrollo de las cualidades
necesarias del pensamiento superior aludido. Igualmente, estimo que se
registran unos dos escalones hacia el vértice de la pirámide. Si existen más,
excede mis capacidades, tendría que definirlo quienes las poseen. Insisto que
no hay al presente instrumentos que puedan hacerlo y solo por los productos se
pueden inferir los niveles (esto tanto para el nivel de intuición como
comprensión). Lo observable, generalmente por otro comprensor, en el training
y lapso respectivo, puede percatarse sin equívocos si uno tiene, o no,
capacidad de abstracción/globalización. En fin podríamos asegurar que la base
inferior de la pirámide en cuanto a comprensores, estaría conformada
por aquellos sujetos cuyo factor emocional resulta deficiente, que se reflejan
mayoritariamente en actos especulativos y egoístas, resultando ello una
dificultad para diferenciar sus intereses personales a los organizacionales. El
tramo subsiguiente involucra a aquellos sujetos que seguramente tienen el mismo
nivel intelectual que los anteriores pero poseen un desarrollo emocional que
les permite discriminar sus intereses personales de la organización
a la cual responde. Tales personas consideran que sus beneficios deben ser por añadidura
a sus logros. El ultimo nivel
visualizado y por mis propias limitaciones, involucraría a aquellos que
pudiendo, o no, tener mayor nivel de abstracción/globalización y seguramente si
capacidad de sistematización, que el escalón precedente. Su diferencia
con éstos estaría en haber logrado un nivel de
superación de su actividad especifica, incursionando en una
positiva generalización de la administración de recursos humanos, técnicos y
físicos, lo cual le permite transferir sus conocimientos a cualquier otra
organización, independientemente de su especialidad. El usufructo
de tales condiciones dependerá de su ecuación personal. Estimo que el mayor
grado de idoneidad es instalar tales capacidades superiores al servicio de su comunidad,
cantera utópica de quienes tienen que administrar el bien común.
Obviamente no son los políticos existentes, para nuestra desgracia.
Lo expuesto precedentemente
sobre los niveles de idoneidad nos debe remitir a lo siguiente. A nadie le
gusta que lo califiquen en uno u otro tramo. En esta cultura individualista en
la cual nos hemos desarrollado resulta casi inadmisible y causal de desacople en
nuestra salud psico-física, al pretender más de lo que natura nos dio o que
logramos por nuestro esfuerzo. Este ensayo pretende generar nuevas alternativas
que tengan en cuenta la calidad de vida humana, lo cual implica ajustar
nuestras capacidades con la realidad como ya he aludido. Pero obviamente no lo
será con la estructuración típica del modelo capitalista, sino con una
organización inteligente como la descripta en el subpunto 6.2. Sintéticamente la misma esta estructurada jerárquicamente y
consensuada por los subsiguientes tramos inferiores respectivos, participación
horizontal y vertical; equipos autocontrolados; limitada estratificación; etc.
evitando distorsiones tan típicas en las existentes. Es decir que cada una de
tales organizaciones reproduzca los niveles de idoneidad esbozados en la
presente tentativa calificación de niveles, obviamente superable…
Asimismo considerar a una
organización como un todo. Cada sujeto SER una parte constitutiva, interrelacionadas con otras de
distinto nivel, que por sí mismas, ninguna tendría su razón de existencia.
Estimemos como se reiría el "corazón" si alguna vez el "cerebro" se creyera autónomo o que es el REY por su capacidad de pensar (ni que hablar del hígado,
pulmones, etc.). Así como podríamos aludir sin equivocarnos que los techos
de cada tramo aludido, son la base de sustentación del nivel superior, sin el
cual se desmoronarían. Nadie ni nada, es superior por sí mismo. Se lo es por el consenso
que los otros le dan y le quitan, siendo partes de un todo
que los involucra. En otras palabras, lograr los mayores niveles de idoneidad
implica desarrollarlos en una organización inteligente con
parámetros básicos como los expuestos precedentemente.