En Londres,
en 1999, en los encuentros por la tercera vía, los principales lideres
mundiales, entre ellos Clinton y el premier británico Blair,
decidían postergar en la respectiva agenda el tema de la seguridad, aduciendo
que primero debería tratarse las causas de la marginalidad, dada su
precedente correlación.
En
New York, en la contienda por la Senaduría, sorpresivamente Hillary
Clinton supera por más de 10 puntos en las encuestas al alcalde Giuliani,
otrora como ganador en virtud de sus políticas en seguridad que habían
reducido la tasa de criminalidad de la Ciudad más famosa del planeta. Las causas de
tan sorprendente vuelco obedece - sin quitarle méritos a la mujer de
Clinton- al desencanto con los excesos policíacos que implican tal
decrecimiento de la aludida tasa. Los excesos cometidos contra residentes
extranjeros de países del tercer mundo o negros, como las explicaciones
respectivas y justificatorias al personal de seguridad a su mando, se han
vuelto contra si mismo, reflejado en el brusco descenso de la intención de
voto de los neoyorquinos ( por definición lo injustificable no se justifica).
Ni pensar si involucraría a norteamericanos blancos o extranjeros de países
del primer mundo...
En
Buenos Aires, el centro de la campaña centrase en quien propone
mejores métodos en el control de la seguridad, estrictamente vinculado a que
cualesquiera de las encuestas generadas por los partidos políticos
involucrados en la contienda que definirá al Jefe de Gobierno y
Legislatura porteña el 7 de mayo próximo, la encabeza la honda
preocupación ciudadanía del auge delictivo. Coherentemente, nuestros avezados
políticos así han orientado sus acciones tendientes a captar la atención del
electorado en la materia, cerrando un circulo coherente para sus
ambiciones, pues no así para la ciudadanía.
Cavallo
se pavonea en Buenos Aires junto a William Bratton, ex-Jefe de
Policía de New York y creador del plan de seguridad que
encumbró a su polémico Alcalde : tolerancia cero al delito menor para
evitar los mayores, mapeo territorial de frecuencia del delito y su
concomitante centralización en el mismo hasta su erradicación, dotación
activa, como otras medidas que tornan interesante su aplicación, verificada su eficacia con la disminución del índice
delictivo en tal Ciudad, simultáneamente al crecimiento de la economía
nacional, niveles de productividad y tasa de empleo. Un contexto extraterrestre
para el ámbito nativo. Chancho, culpa, comer... me suena. Bratton
tuviste vacaciones pagas por los ciudadanos porteños (q).
Ibarra
afirma que la aplicación de la ley - como en sus épocas de fiscal que le
dieron notoriedad- es más dura que la mano dura propiciada por su
contrincante y el vecino Ruckauf con su RicoPatti chamuscado.
Lamentablemente la ley, cualquiera que fuere su naturaleza, exige ciertos
requisitos insoslayables: a) que satisfaga las demandas de los
ciudadanos involucrados en la misma; b) que pueda instrumentarse
adecuadamente a los fines de cumplir con sus exigencias; c) que
existan los instrumentos y sean eficaces; d) que su ámbito de
aplicación no tenga influencia externa al mismo que impida su cumplimiento.
Todos ellos no pueden excluirse y si existiesen, pero implicarían marcadas
deficiencias en alguna de ellas, tal normativa o el conjunto de ellas
seguramente fracasara. Las leyes sancionadas en la materia están muy lejos de
lograr tales exigencias: no existe todavía a cuatro años de gobierno ni
justicia ni policía porteña ( igual recurriendo a la existente, tampoco
habría garantías). Ergo, imposible eficacia y la Ciudad no es una isla
protegida por policías-cocodrilos
contra delincuentes expulsados por el amigo Ruckauf, Verón
incluido, o simplemente de visita a pasos de sus hogares... Por favor un
baño de realidad, incluyendo aquello de creer que construyendo la ciudad
judicial - un egreso millonario- mejorará la calidad de la Justicia. Inviertan
ese dinero en perfeccionar el capital humano propio y a incorporar, vinculado
a la misma y actividades conexas (policía,
seguridad carcelaria, pericias, sistemas administrativos e
informáticos subyacentes, etc.) que en conjunto ellos mismos definirán que
ámbito físico será el más adecuado ( esta no es solo mi opinión, sino de
muchas organizaciones judiciales expuesta públicamente o en OFF). Pero parece que es mejor anunciar obras,
aunque la ciudadanía sabe que ello es una obligación demorada por los
distintos gobiernos precedentes y que encuestas realizadas en la provincia de
Buenos Aires en oportunidad de ganar F. Meijide la diputación lo
corroboraron. Hay sed de calidad de servicios no simplemente de edificios que
por sí solos no bastan. Obviamente esto no restringido a la Justicia sino en toda
actividad de interés general trascendente.
Evidentemente
las emociones inherentes a la inseguridad interfieren vislumbrar los
objetivos que la ciudadanía debería exigir a estos dirigentes. Estos no
solo deben satisfacer a la ciudadanía sino orientarlos en un tema que afecta
su piel y bolsillos. La realidad les indica lo contrario a lo que hacen, pero
seguramente pensaran que no les da votos. Ganar es lo primero, saben que la
defraudación ulterior esta en los cálculos de cualquier ciudadano que ha
perdido la candidez desde su adolescencia en la interacción con estos
dirigentes que nos ofrecen los partidos políticos, no lo que nos
merecemos. En fin hay demasiado por hacer muchos de los cuales contribuirán
positivamente en el futuro a mitigar la delincuencia: Policía, Justicia y
Sistema Carcelario productivos, polución, limpieza, transito, cuyos
accidentes generan muertes que superan ampliamente a las provocadas por el
accionar criminal, etc. ...
En
fin, nacionalicen la lucha contra la criminalidad no la elección. Si les
preocupa realmente el tema delictivo, únanse todos los partidos y exijan la
formación de una Comisión Nacional conformada por múltiples equipos de
trabajo interdisciplinarios ( juristas, legisladores, policías,
penitenciarios, etc.) de todo el país, con expertos idóneos nacionales e
internacionales (ahora sí Bratton) en la materia, incluyendo sectores
enemistados por enfoques represivos o legalistas. La seguridad es
un tema de alta complejidad internacional por la multiplicidad de variables
interrelacionadas. ASÍ QUEDARAN EN LA HISTORIA. Contrariamente acrecentaran su
descrédito, que torpemente creen o actúan como si fuese ilimitado.
(q) Indirectos en cualesquiera de sus formas: $
por voto que les da el Ministerio del Interior del presupuesto a los partidos
, o fundaciones subsidiadas por el gobierno y/o empresas cuyas ganancias
generamos nosotros.
(solidaria e idónea)
www.redsoleido.com.ar
número 17 del 14/04/2000

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