La Alianza otra vez... La capital
siempre ha reflejado en el ámbito electoral la onda expansiva que luego se
irradia al país. En este caso sería la continuidad de tal onda, manifiesta en
su cenit en la elección presidencial de octubre pasado. Por suerte un gesto
de madurez social, dado que juzgar al gobierno por el estancamiento económico
registrado, hubiese sido injusto. Mantener el electorado porteño - todo indica que solo debe restarse la
izquierda- ha sido un éxito tanto a la gestión anterior municipal como un
tácito respaldo al Presidente, su gestión actual y precedente como jefe de
gobierno. Igualmente gravitante en el equilibrio de poder necesario para
la coalición gobernante, dado que le hubiese restado campo de acción al
Frepaso luego de su frustrado intento provincial, y ello generar
cortocircuitos indeseados en aquella (no en vano De la Rúa apostó todo al triunfo,
sin importarle el mote de jefe de campaña).
Las heridas del
proceso menemista aún son recientes, más en la capital dado que en ella se
perciben con mayor prontitud los desatinos de los gobernantes nacionales (
contigüidad, multiplicidad de medios e intereses, vox populi de los
funcionarios públicos que residen en ella,
consecuentemente mayor nivel de información, etc.). Los votos del
Frepaso y De la Rúa
( más allá de la UCR)
han copado las ultimas elecciones distritales, lo cual hacia poco previsible
que el dúo Cavallo-Beliz pudiese superar lo inelástico de su caudal de votos
inicial, tanto en las encuestas previas como en el escrutinio final.
Personalmente, dada mis aspiraciones de elevar el nivel intelectual de
nuestros políticos, me interesaba "ver" este proceso de
unión entre dos idóneos en su actividad profesional y política, no tildados
de corruptos, frente a una estructura partidaria consolidada como la Alianza. Tal
binomio no tuvo oportunidades, más aún considerando que el sello que
tienen en su orillo dice MENEM. La capital, otrora antiperonista, fue
licuando generacionalmente tal discriminación. Pero gracias a las
desprolijidades de ex-presidente y su entorno, esta por un gran tiempo será antimenemista
y justificadamente. Así que astutamente el dúo transformó una derrota
en un progreso, renunciando a una vana segunda vuelta. Las disculpas
infrecuentes de Cavallo sobre los exabruptos verbales/gestuales de la noche
del domingo 7 de mayo, como su reconocimiento de sus incontrolables excesos
emocionales, se disiparan en el tiempo, sin justificarse. Más que
dictatorial diría frustrado y azuzada su estructura paranoide. Fantaseo
ante la presión oficial - que existió- para sacarle un renunciamiento
ante el 49,4% de Ibarra a la mitad del escrutinio ( pensando/deseando que al
final del mismo resultaría inferior por una manipulación del mismo - que
no existió, si impericia-) que una vez expuesta no podría retractarse...
Un 50% del escrutinio, respetando el azar de ingreso de los datos, es una
muestra extremadamente significativa que reflejaban las encuestas precedentes
y el resultado final. En su mea culpa, reconoció que estuvo mal informado, lo
cual resultó evidente ( previamente igual, ya que dudaba de su techo testeado
del 33%). En fin, excusas o no, delegadas o propias, su suerte política
futura dependerá de cómo lo juzgará la "historia" en su labor como
ex-ministro de economía: como un economista de prestigio, o no, por su
plan de convertibilidad que venció a la hiperinflación nativa y/ o que nos
incorporó sin anestesia al
inesquivable mundo de la globalización de la peor forma posible, generando
esta crisis social que hoy padecemos. Su estela lo marcara, no este
fracaso revertido en "progreso" ni sus emociones.
En cuanto a Beliz, es difícil de definir
su situación. Contabilizando la sumatoria de ambos aparentemente no creció
electoralmente, ni antes ni después de su unión en el binomio derrotado.
Considerado un joven brillante, por los medios y algunos rivales, honesto, no
logra incrementar su caudal de votos, aun con cualidades no muy
frecuentes y valoradas socialmente ¿Su pasado menemista? ¿ La falta de estructura partidaria
consolidada?
¿ Un toma y daca
inadecuado?
O sus estrategas de marketing que no logran
venderlo, aun el "buen"
producto. El peronismo porteño lo llama... Sin referentes, aquel es el máximo
que posee ¿ No abrigará tal
dualidad manifiesta su falta de anclaje en el electorado? También el tiempo
dirá... ya que no dependerá de su pasado sino de su futuro, lo cual no es
poco.
Cualquiera que lea mis artículos sobre
esta elección, denotara cierta tendencia maliciosa contra Ibarra y también
Felgueras, dado que ambos tienen un mismo origen : los medios. Esto en sí no
es malo, cuando estuviese avalado por una trayectoria, como sucede con el
Presidente. Hay cierta intersección entre las demandas ciudadanas, los medios
(léase intereses) y el mensaje del Frepaso, que puede generar tales
productos. Coherentemente con mis postulaciones, se necesita algo más que
transparencia o actitudes desacartonadas y/o contrarias al exceso
republicano, para gobernar el país. Bienvenidas sean, ya que por siempre
fueron escasas, pero no son suficientes. Sensibilidad social
sin imaginación productiva no tiene sentido. Siguiendo las declaraciones
de Ibarra luego del comicio: él representa la nueva política y Cavallo la
vieja. Podría ser, pero tengo la certeza, por lo que expone - esquemático
y sin vuelo- que ambas serán, con el tiempo, lamentable e igualmente improductivas.
La demanda social es imperativa y
univoca: transparencia e idoneidad.
No hay ofertas en los carriles del modelo de representación existente. La
solución en el seno social, no en el político con sus reglas de juego vigentes. Y esto no
es un eslogan, es la realidad... Debemos evolucionar del no ser
menemista y precedentes, al parecer aliancista, al ser que nos merecemos, sin
delegaciones inapropiadas.
Mejor que parecer es ser:
a) Personalmente, estimo
que Cavallo no sobrestimo a Ibarra, aunque así lo manifestara, sino al
cargo de jefe de gobierno. Todo trasuntaba en él que le quedaba chico,
siendo un peldaño a la
Presidencia de la
Nación, lo cual puede ser
"tolerable/comprensible". Manifestaba su ambición de actuar como
"canciller" porteño, por sus contactos internacionales,
relegando al instruido, formado e informado Beliz sobre los asuntos de la Intendencia. Estimo
que cuando a uno le queda grande un cargo, debería probar que puede hacerlo
mejor que los otros postulantes, pero demostrándolo no insinuándolo,
informándose e instruyendo en la materia (¡Bah!, bajándose con altura, ser).
Que garrones se tuvo que comer en el debate frente a los restantes
candidatos, que pudieron "gozarlo fuera del poder", por una
falta de manejo de la temática expuesta, inclusive en los aspectos económicos
de los cuales Ibarra estaba mejor informado, es prácticamente insoportable
(también lo habrá sido para Beliz... el más capacitado para ello).
b) ¿ Es razonable que el
control del escrutinio este en manos de mismo partido oficialista? Algo más alejado de
la democracia y la transparencia. Poca imaginación o resabios de la
"vieja" política. Administrativa, técnica y políticamente su
independencia es factible y saludable. Nunca será totalmente imparcial, pero
jamás se llegara a sembrar dudas como tuvieron todos los partidos no
oficialistas ante tanta impericia que solo esta amenguada si es verdad que el
60% de los nominados para integrar las mesas electorales faltaron, generando
errores consecuentes - dado lo improvisado de los reemplazantes- en
las actas. Aunque con solo tener el teléfono de los integrantes de la mesa se
podría verificar/reducir la posibilidad de justificar su imprevista ausencia
( debe haber algún mecanismo de resguardo, simple y efectivo,
imaginación...), y asumir parte de la culpa/papelón. Escafandras por
favor...
(solidaria e
idónea) www.redsoleido.com.ar
número 19 del 12 de mayo de 2000
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