Editorial
: AJUSTE TIMORATO |
Fuere cual fuere la causa a nadie, sea público o privado, le resulta
razonable que le efectúen podas en sus retribuciones habituales, más aún que
mayoritariamente - incluyendo al grueso de los empleados públicos que
ingresaran a la picota- percibe
cotidianamente que sus ingresos no cubren adecuadamente sus demandas.
Nada que implique desmejorar aún su situación puede ser considerado justo.
Sea por incrementar sus aportes jubilatorios o quitas directas sobre sus haberes,
el orden de los factores no altera el producto, pero sí el sueldo. Y
evidentemente este es el recurso más directo y seguro de recaudar fondos,
simplemente no pagando lo comprometido y sin el menor atisbo de
contrariedad en lo inmediato. Una contabilidad sin fallas. No se llevaran la
sorpresa de estimar una recaudación y tener otra como con el impuestazo.
Ambas soluciones - reducciones e
impuestos- son fáciles: transfieren el problema a otros. En nuestra vida
como humanos tal proceder no es razonablemente bien visto. Uno exige a
los otros hacerse cargo de sus responsabilidades/errores y no
que se los transfieran a uno injustamente. Todo tiene un costo que puede no
facturarse en lo inmediato, pero a la larga se paga, deteriorándonos
paulatinamente nuestra calidad de vida ¿ Porqué ha de ser diferente ello
en el accionar del estado? Estos políticos creen que por no
manifestarse públicamente, salvan su pellejo. Todos estos desatinos pasan
a la memoria colectiva pasivamente, construyendo el sustrato de su descrédito político. Que la culpa
es del gobierno anterior y ajeno a los hombres de Se
puede eliminar de cuajo el total de las contrataciones públicas de personal
dejándolas caer, que pueden resultar una fuente de ahorros inmediata, que no
alterara el ya de por sí deficiente estado. Y escalonadamente al 50% de la
dotación permanente en este mismo ejercicio, resultando otro fenomenal
ahorro, deteriorando aún más la calidad de las prestaciones sin que cesen,
distribuyendo/disipando uniforme y homogéneamente el daño en la sociedad. El
maltrato al ciudadano es algo que nos caracteriza, agudizarlo en aras de
eliminar de cuajo el déficit y generar un superávit simultaneo e inmediato
puede ser un buen negocio para transformar a Cualquier
teoría sea cual fuere su naturaleza para ser valida requiere de una visión
global que no implique omisiones "forzadas" por no poder hallar
respuestas a la problemática involucrada, distorsionándola/ invalidándola. Aceptar los postulados liberales, en manos
de economistas, con una visión tan restringida de la conducta humana
individual y grupal, inherente a sus conocimientos académicos es una burla
a la inteligencia humana (chancho, comer, ...me suena). La temática
social excede a la economía ampliamente y a cualquier otra ciencia
individual. Solo la integración multidisciplinaria, que incluya a
aquella, nos llevará a un
camino-solución factible que abarque la totalidad del fenómeno social, de una
complejidad creciente, sin omisiones
gruesas que quedaran en manos del mercado para su solución futura, sin poder
predecir si serán beneficiosas o no para lo integrantes individuales del
mismo, ni cuando ni como. Un pésimo negocio. Sensibilidad
social e imaginación productiva son posibles,
están en el seno social, debemos buscar nuevas formas de hallarla.
Evidentemente las actuales han fracasado.
Será el desafío futuro o resignarnos a lo que nos ofertan. No es cuestión de ofrendar nuestras
vidas, solo de nuestras posibilidades/disponibilidades cotidianas, aun
mezquinando, pero utilizadas inteligentemente en nuestro beneficio presente y
futuro. Ver Objetivos del Proyecto Nota: esta
editorial emergió de varios arreglos a una instantánea sobre los haberes
públicos y concluyó en esta editorial. Estamos tan acostumbrados a los
ajustes que no recalamos en ellos, que nos parecen como parte inesquivable
del paisaje. Así que esta nota puede resultar más producto de mis
sensaciones/angustias que razonamientos... |