LUBA- Filosofia y Letras: renovación
de cargos. Falsa polémica.
Resulta difícil de asimilar
que en un ente en el cual debe ser un santuario de la reflexión apropiada,
nada menos que la
Universidad de Buenos Aires- Facultad de Filosofía y
Letras, se pueda argumentar falazmente a expensas de intereses que puedan ser
buenos o malos, pero si evidentemente intencionales y teñidos de
arbitrariedad, al no resultar convincentes los considerandos expuestos que
justifican lo injustificable. Y peor aún,
nada democráticos.
En aras de una loable renovación e igualdad de oportunidades, se procede a
llamar a concurso a las Direcciones de Institutos de esa facultad,
determinase en la nueva y aprobada reglamentación de aquellos un tope de ocho
años en tal cargo. Cualquier normativa rige desde el momento de su entrada en
vigencia. Sugestivamente, explicita que quien haya ejercido tal dirección por
el lapso de ocho años al presente le esta vedado presentarse a tal concurso.
Curiosa forma de considerar igualdad de oportunidades, vetando a los
directores actuales de prestigio en Humanidades (Noé
Jitrik, Ana María Barrenechea, David Viñas, Juan Carlos Chiaramonte, Elvira
Arnoux, Héctor Schenone...). Una incongruencia y arbitrariedad,
obviamente no por la notoriedad de los involucrados, sino por el veto
ejercido contrario a la igualdad de oportunidades, solo compatible con
permitir concursar el cargo a los actuales directores. Además de la
aplicación retroactiva de una norma que vulnera todo derecho. Evidentemente
hay una intencionalidad no explicita que se manifiesta en la edición
del 22 de junio último en Clarín, en la cual se contraponen dos profesores de
tal facultad. Ambos esbozan, además de las razones porque avalan parcial o
totalmente tal disposición, hipótesis sobre las causas ocultas posibles,
totalmente opuestas y ajenas a la posibilidad
de ser constatadas por los lectores. Uno alude - Jorge Gelman- a que no
será un escarmiento a algunos de los directores que osaron rebelarse a la
autoridad política, reclamando en voz alta beneficos en sus institutos,
jerarquizados por su gestión directiva, para mejorar la investigación y
condiciones edilicias lamentables. La otra - Marta Souto- avala la resolución
normativa, expresando la necesidad de disipar las influencias de grupos de
poder informales en torno a quien ostenta el poder formal, o personalismos
entorpecedores que favorecen el statu quo y la falta de fluidez de la dinámica
propia de la investigación científica. Ninguno de los dos hace alusión alguna
a lo expuesto por el otro, como si residieran en dos ámbitos distintos... más
allá de si leyeron o no, previamente
el artículo del otro ¿ Polémica o facturas impagas
cruzadas?
Poco importa quien tiene la
razón, seguramente algunos de los aspectos aludidos les puede caber a los
directores vetados, conductas plausibles u objetables, en nada extrañas a los
humanos. Lamentable es observar como se dirimen internas sin nivel, en un
ámbito que debe ser un ejemplo de confrontación elevada y no burda como la
expuesta, en la cual las autoridades superiores no están
ajenas... Política y de la peor. Escafandras por favor.
(Solidaria
e Idónea). Francisco Alberto Scioscia.
www.redsoleido.com.ar
número 22 del 23/06/2000.

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