Teresa : "Sor o malvada".
Simplemente humana... |
Personalmente
no puedo disociar a una organización cualquiera de sus integrantes. Es más
creo que recorrería el camino inverso para evaluar a una organización,
tomando como referencia inicial a las personas que conducen e integran la
misma. Una acotación informal de Teresa Ter Minassian la técnica del FMI
que atiende los asuntos argentinos, disparo este artículo. Hace algunas
semanas la señora fue invitada por algunos intendentes justicialistas del
conurbano bonaerense a recorrer la miseria registrada en tal ámbito. Quiero
destacar que no tengo más información objetiva que la de su visita y el
comentario deslizado en una cena con gente de su mismo palo, banqueros y
empresarios. Estaba sorprendida en relación a la funesta opinión de aquellos intendentes
sobre la organización internacional que ella representaba. Así que las
suposiciones corren por mi cuenta y riesgo. Evidentemente la intención de
tales jefes de partido, algunos con un alto grado de densidad poblacional y
con estratos marginales considerables, fue un "apriete informal"
hacia la funcionaria internacional, sobre los presuntos estragos que
generaban las políticas del FMI, o en su defecto impedían revertir. En
el imaginario popular existen los malos de las películas y no por caprichos
de digitación, sino por "méritos" que habrán hecho en su
historia, lógicamente contada por los "afectados". El Fondo y el Banco
Mundial, tienen un estigma internacional dada sus postulaciones
neoliberales y su convergencia en la tal temida globalización planetaria. Una
esponja para recibir agravios e insultos desde la mayoría pobre del planeta.
Justificados por los efectos de la política institucional que representan. No
es desacertado pensar que tales organismos son sellos de EE.UU., que
obviamente responden a sus intereses planetarios. Que apoyaran todo lo
que beneficie a las empresas norteamericanas o de otra potencia - socia o
no, solo basta con tener intereses comunes- diseminadas por el mundo,
ávidas de negocios que exceden sus fronteras y que de su éxito dependerá el
mayor bienestar del mercado de los países que "soportan"
financieramente al FMI. Es razonable - no precisamente justo-
tal enfoque. Un mundo con fronteras abiertas es un excelente negocio para
empresas multinacionales equipadas con los mayores recursos posibles - léase
prácticamente sin competencia- que frecuentemente aplican procesos
vedados por inapropiados en su propio ámbito, pero aceptadas en gobiernos
laxos (vamos a ser piadosos). Esa
contradicción entre promover el libre comercio externamente sin limitaciones
de ninguna naturaleza ( los argentinos algo sabemos
de ello) y aplicar políticas proteccionistas en sus mercados, si en
algo puede perjudicar a sus sectores empresariales involucrados, se resuelve
fácilmente: justificándola u omitiéndola ("de
eso no se habla"), según convenga, ¡bah! Zafan. Aunque más fácil es el silencio, en
definitiva inapropiado pero con una excusa harto suficiente: no perjudicar a
sus propios compatriotas ya que el cambio de una economía proteccionista a
una de libertad no es fácil, esto aceptado universalmente. Además sus
centros de estudios económicos, del mayor nivel mundial, tienen una
orientación hacia la consolidación de tales políticas neoliberales en todo el
planeta, como si fueran una panacea insoslayable... para los intereses de las
potencias occidentales. Fuente
inagotable de funcionarios del FMI o BM, o cualquier otro organismo
de tal naturaleza, además de los gobiernos periféricos cuyas sociedades
mandan a sus delfines a estudiar o actualizarse. De lo someramente
descripto emergen los méritos para
endilgarle tales agravios. La sorpresa de Teresa
sobre las opiniones de los intendentes del accionar del FMI pueden
tener varias lecturas, por cierto hipotéticas: que tiene que cumplir con el
mandato institucional de defender a toda costa los intereses de sus
mandantes, desentendiéndose (fingir como que no ve...) o no, de las consecuencias de su accionar. Y en el otro extremo, convencida
ideológicamente de las políticas neoliberales aprendidas hacer lo que le
dicta su conciencia profesional, que en definitiva le esta haciendo un favor
al país intervenido en su futuro. Entre tales extremos, la gama de
posibilidades es excesivamente amplia. Estimo que más cerca del extremo de intereses
estarán los lideres de mayor envergadura, que no pueden omitir
intelectualmente tales contradicciones entre proteccionismo o libre comercio
de sus propios países, y en el otro - ideológico- los recién egresados de tales universidades
fogoneros del liberalismo, que aún no fueron "invitados como Teresa a
recorrer la miseria". Repito, hace a mi cosmovisión, que el hombre
es un ser moral y transaccional. Es decir justificar - bien
o mal, siempre bajo la esfera de lo subjetivo- sus actos y transar ante
sus opciones (sus propios intereses, también come, y
los que representa). Los mecanismos de defensa, más allá de quienes no
comulgan con Freud y su séquito, como ser la negación, disociación -
fuentes del desentenderse- y la racionalización existen, para desgracia,
o suerte en situaciones extremas, de los humanos. Agreguémosle soberbia,
sobreestimación, fijación y algún otro más que Ud. quiera agregar. Una "batería
de recursos" que nos hace posible transar frente a una realidad que
nos supera al no poder abarcarla individualmente. Los extremos aludidos no
existen puros, se oscilaría entre lucifer y una ceguera total al no aceptar
la duda en su accionar. Ningún ser humano podría tolerar tal intransigencia,
no justificable moralmente y sin transacción. Aún en los casos de sumisión
extrema a la autoridad , que hay y muy frecuentemente en cualquier nivel,
pero que también tienen su limites de tolerancia . Esta deficiencia
humana, perfectible en el tiempo, como el no poder verificar
objetivamente los sucesos que ocurren en el mundo - no hay videocámaras
inviolables instaladas en todo rincón del planeta, aún- permite toda esta
parafernalia de suposiciones, intrigas y malentendidos que nos caracteriza
como especie en este nivel de su evolución. Teresa es también humana,
ni malvada ni Sor... como cualquier otro que tiene responsabilidades
sociales trascendentes. El otrora "ogro" nativo del FMI -
Michel Camdessus- decía días atrás
que recomendaba leer el evangelio todos los días al levantarse. Además su
esposa es nativa de nuestras pampas ¿ Cuantas
justificaciones y transacciones deben conjugar en la vida de Michel? Pensemos en el Banco Mundial,
una de las organizaciones que más trabaja para erradicar la pobreza en el
mundo. Alguno dirá que así el imperio la tiene controlada. Pero si fuese así
sus funcionarios tendrían que trabajar con escafandras cotidianamente,
resultaría demasiado intolerable... Fingir en ese plano es muy cruel y peligroso
para el simulador. Tendremos que aprender una
lectura más adecuada a los fenómenos mundiales, sin distorsiones ni
infantilismos. Si Teresa, distendida y sin presiones laborales,
dialogando con sus acusadores en un tiempo razonable, concordarían mucho más
y ambos revertirían parcialmente sus puntos de vista, enriqueciéndose
mutuamente. No puedo dejar de
olvidarme un suceso que me sorprendió y orientó en esta cosmovisión: un
comisario retirado - jefe de seguridad- con el cual tenía un trato
cotidiano, no podía omitir su anticomunismo recalcitrante (por los 80). Un
día hablando informalmente y sin asociarlo con su rol policial, contó que
circunstancialmente fue el carcelero del socialista Alfredo Palacios,
detenido políticamente. Para matizar dialogaban, llegando finalmente a
generar una amistad. En otras palabras, no había tantas diferencias, si
puntos de vista relativos. Ejemplos como este sobran en la historia,
incluyendo esta relación tan particular entre custodios y presos políticos.
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