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   Los familiares de José Luís CABEZAS están decididos a continuar con esta batalla, apoyada por sus colegas
  en forma individual y orgánicamente. Este es solo el primer round, que obviamente
  ganaron. Los autores materiales
  han sido condenados con el máximo rigor a tres largos años de su bestial
  asesinato, anhelando aquellos que los verdaderos instigadores paguen sus
  culpas. La continuidad de la investigación y el juicio civil de resarcimiento
  contra Yabrán y  Cuando uno
  decide pelear debe estimar al enemigo, so pena de ser vapuleado inútilmente
  por esa mala evaluación o omisión al hacerla. Algunos aluden que los policías
  bonaerenses no pueden actuar por si solos y que en altas esferas policiales
  se fijo la suerte de José Luís. Como argumento parece lógico, pero estimo
  errado. Tener de enemigo a la
  prensa nativa e internacional no puede ser sujeto de un análisis serio por
  las altas jerarquías mafiosas involucradas. Más aún que en este caso era un trabajador de esos medios, sumémosle
  con ganado prestigio en su actividad y de conducta irreprochable:
  consecuentemente los popes no podrían negociar nada ya que sus empleados no
  se lo permitirían dado que la víctima podría ser algunos de ellos (un problema de piel). No se porque razón pero hay
  una tendencia a considerar que todo esta planificado por los poderosos de tal
  forma que no queden cabos sueltos para cubrir sus andanzas impunes. Si así
  fuera la historia no sería esta, sino la del sometimiento/esclavitud de todos
  los no poderosos que lamentablemente para aquellos somos muchos. El mundo
  avanza lenta pero inexorablemente hacia una superación de las barbaridades
  que ha desnudado el caso CABEZAS, como lo fue el de MARÍA SOLEDAD MORALES y el soldado
  CARRASCO  y tantos otros mundiales que generaron
  cambios profundos en la historia humana. Estos casos se podrían calificar
  como rupturas de esa supuesta hegemonía controladora del poder, que no
  solo requiere de éste sino de ejecutantes fieles y coherentes con sus
  mandantes. Fieles si, pues los humanos detectamos instintivamente quien es el
  que manda/da de comer, mucho más en esos ámbitos en los cuales se propicia la
  "obediencia debida" y se indica quien tiene galones para serlo o
  dinero equivalente. Pero la coherencia dista mucho de lograrse y ahí están
  los puntos de fuga de esos procesos de ruptura que se tornan incontrolables
  al estar en juego masivamente el entorno social no manipulable. Cualquier
  sobredosis no es aconsejable en ningún aspecto ni ámbito,
  menos aún cuando intervienen factores no previstos que pueden activar la
  dosis potenciándola impensadamente ¿Cuantos tipos inoportunos habrán corrido
  la suerte de CABEZAS y en las mismas
  manos o características de los sentenciados? Cuantos periodistas
  desaparecieron sin dejar rastros y quedaron en la impunidad. Otro más sin notoriedad
  que jode. Cuantas alusiones hubo ulteriormente al deceso, a fotógrafos que
  hacían su labor les amenazaban que terminarían como CABEZAS. Yabrán/Ríos/Prellezo & CIA trataron de
  resolver su problemática haciendo uso de sus habituales recursos y sus
  experiencias impunes, hasta se podría aceptar la teoría del teléfono roto (Yabrán que lo apretaran - algo sabía de ello, como su Jefe de Seguridad- y Prellezo se excedió en la misión, pensando que ello lo favorecía
  con el mandamás... posible). Consumado el encargo-aberración-espanto
  para las altas esferas mafiosas surgió el pánico: hay que taparlo como sea
  porque nadie sabe quien saldrá salpicado y no solo judicialmente, sino en
  todos los medios de prensa: UNA MUERTE CIVIL
  ASEGURADA. Una dosis común - bajar a uno que jode- se transformó en una sobredosis mortal: la prensa escrita, radial y
  televisiva con todos sus cañones a Yabrán-La Bonaerense y los políticos
  corruptos, con el visto bueno de una sociedad harta de lo que traficaban: IMPUNIDAD.  Tal
  intersección  de intereses hizo que no
  se olvidaran de CABEZAS. Y NO SE OLVIDARAN. Evidentemente los
  involucrados en su muerte no evaluaron u omitieron hacerlo a quien tenían
  enfrente: Sociedad y Medios interrelacionados, letal. El peor enemigo
  imaginable, algo más que un muy buen fotógrafo. Y más gravitante aún: quienes
  iban a ser considerados sus cómplices delictivos aliados: La policía
  Bonaerense, los empresarios mafiosos y los políticos corruptos de quien se
  sirven para sus negociados (¡Bah! los bien
  amados en el imaginario colectivo). Nadie puede
  imaginar/crear un escenario más patético que el que se dio en la realidad.
  Hoy lo saben los sentenciados, los no develados aún y Yabrán. Un último
  aspecto que no me cierra. Para construir el imperio Yabrán se necesita algo
  más que coerción, que también manejaba este muchacho dado sus antecedentes en
  el  gremio. Quien haya observado el
  interrogatorio parlamentaria al que fue sometido el empresario, que no pudo
  recurrir a ningún intermediario, sus respuestas a determinados temas parecían
  francamente increíbles en boca de un magnate, aun por mandato de sus asesores
  legales para no incriminarse. Su imitador en vídeomatch lo registraba
  claramente: yo no se nada, soy un pobre cartero... Los imitadores captan lo esencial. Si realmente hubiese sido él el magnate su vanidad lo hubiese
  traicionado y habría hablado/defendido. En fin, estimo que era un testaferro
  de intereses que surgieron en épocas de muchísimo dinero en juego. Más que
  voceros parecían que escribían el libreto para el suplantador. Hasta su
  suicidio parecía haber sido un designio superior: un tiro en la cara da para
  pensar que él seguiría vivo e impune, con dos beneficios a corto y largo
  plazo: seguir siendo Yabrán el rey (no testaferro)
  y simultáneamente alimentar las fantasías sociales de impunidad de los
  poderosos. Un muy buen negocio y que sería bueno analizar con más
  detenimiento. Preferiría estar totalmente equivocado. Aún todo lo que faltaría
  develar, en el peor de los escenarios involucrados (maldita policía, políticos corruptos, empresarios mafiosos), las rigurosas sentencias servirán para mitigar la impunidad
  asegurada a los obreros de la mafia, limitando la mano de obra barata y un
  alerta a las jerarquías mafiosas.     
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