Editorial : CAVALLO - BELIZ

 

 El candidato aliancista, inmediatamente conocida la dupla Cavallo-Beliz, manifestó públicamente que era una unión de perdedores. El ministro del Interior tampoco perdió tiempo en fustigar a la "nueva alianza". Si mal no recuerdo la Alianza fue también una inevitable conjunción de  constantes perdedores frente a Menem. El propio espejo habrá acicateado a los "muchachos aliancistas", tratando de que la sociedad no note el reflejo indeseado y que les dio excelentes resultados.

Luego de dirimido el orden de la formula, hay llamativo silencio en ambos cuarteles. Seguramente los encuestadores estarán trabajando a FULL para medir el impacto de esta nueva dupla, que no podrá medirse con el solo hecho de preguntar a quien votan. Deberán tener en cuenta que los votos de Cavallo-Beliz pueden superar la sumatoria de ambos y que juntos pueden implicar otra visión del electorado porteño, lejos de ser cautivo de un partido. Si propenso a serle fiel a sus elegidos: primero De la rúa, luego Meijide y Chacho. Ya ninguno de ellos esta en la palestra. Ibarra ya no tiene seguro el porcentaje de voto anterior y la segunda vuelta- necesita el 50%- asoma a la esquina. Ya no podrá hacer la plancha. Sección trasnoche interrumpida (primeros mísiles de la contra). El "pibe", hasta ahora recogía las migajas del triunfo aliancista y la exitosa gestión radical. La unión de la otra "piba", la cenicienta mala como le dice Alderete (porque persigue a los enanitos), hacen un producto mediático que no tiene consistencia en el electorado. La sombra del impuestazo nacional, como no registrarse índices de reactivación, afectaran al bolsillo de un electorado sensible a tal parámetro y quien más se hace sentir a la hora de las urnas. Veremos que se traen las campañas. Las mediciones de imagen positiva de los candidatos individuales favorecen a la Alianza, pero no transferibles a voto.

Lo único sorprendente de la interna Cavallo-Beliz, fue el método de elección electrónico, ya que se esperaba el triunfo del ganador. No sé si lo esperaba Beliz, pensando en el triunfo bordonista sobre chacho, gracias al aparato peronista disidente (así lo manifestaban sus allegados) ¿ Qué hubiera hecho Cavallo si perdía la interna? seguramente volverían a estar separados. Las internas no son un medio para dirimir quien tenía mejor imagen sino para ostentar poder y en ello residía la supuesta carta ganadora de Cavallo.  En los debates previos entre ambos, aunque Beliz demostraba tener lejos un aceitado dominio de los temas que preocupaban a los ciudadanos y las soluciones factibles pertinentes, su oponente, lejos de malhumorarse por tal desequilibrio, indicaba que él había acertado con su elección de compañero de formula dado el conocimiento que denotaba de la Ciudad. Que él era el ejecutante ideal  de todo lo que el joven brillante había preparado para ocupar el sillón del reinado porteño que le birlaría días después en la interna. Su mayor experiencia ejecutiva y sus contactos internacionales lo harían posible y no se equivoco.  La consigna obvia será Cavallo presidente, Beliz Intendente (no me sale jefe...). Ambos tienen tiempo... y en ello habrá recalado su unión, que sin la misma seguramente Ibarra hubiese ganado en la primera vuelta.

Ambos tienen cosas en común que no los favorece: ser menemistas de la primera hora, en un electorado que trina cuando escucha Menem. Podrá apaciguar el hecho de que ambos fueron considerados traidores, cada uno a su  manera, desistiendo del jefe (¿ o inversamente?) y algo rescatable en estas épocas: no fueron salpicados de actos corruptos. Ninguno tiene una estructura partidaria consolidada, ni aún sumados ambos aparatos lo serían. Asimismo,  tienen poca cintura política. Beliz, con encuestas en mano, 15% harto insuficiente para ganar algo, salió a maniobrar políticamente. Evidentemente sus interlocutores ocasionales no juegan con las mismas cartas que él. Como dijo  Erman Gonzalez hace años sobre el pibe justicialista: "una monja no puede trabajar en un prostíbulo"... Puede ser que tales desventuras le indicaran el camino adecuado a sus proyectos personales futuros (de vice a jefe y candidato a presidente). En cuanto a Mingo, no tan monja, su vehemencia e incontinencia verbal lo pierde, más aún que no surge del riñón político, pero esta aprendiendo a asumir las reglas del juego. También él vio esfumarse su futuro, si perdía por segunda vez consecutiva. Así emerge la unión de perdedores...

Personalmente algo me intriga. Siempre he denostado a los políticos y sus estructuras, consecuentemente a sus actos. Fundamentalmente acusándolos de no tener luces para asumir el rol que la sociedad les ofrece. Pero en este caso no puedo dejar de negar sus condiciones intelectuales, más aún unidas, no muy frecuente y que las manchas que tienen son lavables fácilmente por una campaña inteligente, que resalte el brillo que logre opacar/disimular a las mismas. Estamos demasiados mediatizados para omitir tal posibilidad. Más aún lo aludido a sus contrincantes, en cuanto a que su imagen aún siendo altamente favorable, no tienen consistencia en un accionar precedente que la sustente.

En fin, la suerte de los aliancistas genuinos, de la primera hora, no será fácil de torcer de no mediar un malhumor porteño por los nubarrones que se insinúan en estos días en el firmamento económico, y que seguramente Cavallo tratará de arriar a su molino, como ya lo hizo en declaraciones públicas: elogiar al Presidente, pero no tomar todos de la misma medicina. Asimismo en este juego de que nadie tiene todo el poder y que esta bien tal distribución. La nueva alianza que él representa, ganando lo tornaría aun más equilibrado... (no excederse en un remedio todavía no testeado adecuadamente). El electorado porteño tiene la palabra y no es complaciente.

Una ultima reflexión, traten los candidatos de no abusar del tema seguridad, ya que apelan a la piel de sus votantes. Prometer dar solución al mismo con recetas locales, apelando a las leyes y/o formulas extranjeras, traspolando modelos que no responden al triste contexto que nos toca vivir cotidianamente, aunque sean interesantes pero seguramente inaplicables (la economía crece en EE.UU). Marginalidad y violencia van de la mano, guste o no. Las políticas socio-económicas liberales aún no cesaron y siguen generando desocupación y pobreza, transformando la seguridad en un problema nacional. Si la logran paliar en su propio ámbito, seguramente la importaran de la provincia lindante o de nuevas migraciones de otras más empobrecidas en el futuro de continuar con las recetas vigentes.

Aludiendo a este tema de la seguridad, incite a que si verdaderamente les afecta como dicen los candidatos se unan y no compitan en ofrecer soluciones que seguramente solo utilizaran en la campaña y luego la realidad los hará encajonar. Sumen sus esfuerzos, ahorren dinero y tal acumulación oriéntenlos - sin descuidar lo local- a que el debate de un tema tan complejo como lo es la seguridad,  se realice a escala nacional con toda la seriedad que requiere el tema, generando políticas activas que puedan aplicarse y mitigar tal inseguridad. Se debe iniciar el "camino-solución" adecuado: La sociedad lo merece. Así harán historia.     

(Solidaria e Idónea) - Francisco Alberto Scioscia
        
www.redsoleido.com.ar número  15 del 17/03/2000                      letter.gif (161 bytes)