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  Editorial
  : Construyendo el descrédito   | 
 
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   Hay unanimidad en cualquier análisis de que la
  futura dispersión del poder beneficiará al sistema democrático, saturado de personalismos
  en las tomas de decisiones. Estime que estando en juego un futuro no muy
  lejano - el 2003-
  muchos actores importantes harían buena letra en la ciudadanía pensando en
  esa fecha, incluyendo el presidente electo y el saliente. Pero el nombramiento
  de Corach
  como senador por  Siempre tuve claro que todo el discurso de
  persecución política anunciado en  elecciones es una forma de agregar
  votos de quienes odian a los salientes. Pensemos que así se decía de los
  intendentes porteños anteriores no
  electos sino digitados. Que serían investigados por los supuestos delitos que
  habrían cometido en sus gestiones. Puede
  ser que de las mismas halla surgido su inocencia total y no convendría
  hacerla pública por inconveniente... Hasta ahora van muchos
  puntos suspensivos, no sé si esta mal visto en la lengua castellana pero en
  política resultan coherentes.  Quienes por profesión o deporte tratamos de
  informarnos no
  es sorprendente el suceso. La ciudadanía a veces no se desayuna de diversos
  hechos, ya bastante amargura tiene con la situación cotidiana. Hace que cree en sus
  representantes... luego los fustiga, como si les fuese ajena la
  responsabilidad. En este caso puntual le han quitado el arma
  vital: el voto para
  expresarse. No se producirá una revolución de masas, pero
  nadie mastica vidrio. Estos políticos creen que la formación ciudadana de su
  descrédito se construye con manifestaciones expresas. La impotencia es una de las peores
  fuentes que provee a la conciencia colectiva. Su formación es
  muy similar al concepto, el cual se caracteriza por ser una construcción
  temporal que consta de dos factores interrelacionados : información y
  sentimientos concomitantes. Con el tiempo la información se pierde, pero el sentimiento perdura. Así
  cuando tenemos formado el concepto - malo
  o bueno- se independiza de la información histórica que le
  dio origen. Cuando uno alude a una película,  nuestro recuerdo,
  generalmente, va hacia sí nos gusto o no, casi sin acordarnos de sus escenas.
  Estas están en nuestra memoria pero exigen ser rastreadas. O pensemos cuando
  el involucrado en nuestro mal concepto nos exige que le digamos por qué,
  cuanto nos cuesta rebobinar los sucesos que acaecieron tal opinión, no así el sentimiento presente.
  En fin,  la acumulación de los sentimientos  se torna en expectativas, que
  pueden o no ser satisfechas. Cuando los medios aluden a un hecho positivo - escasos- se alude
  a que ha colmado las expectativas de la gente. Y se siente alivio. Es decir descargamos los
  sentimientos negativos inherentes a esas expectativas. Así
  hemos macerado colectivamente, filtrando la información cotidiana desde
  nuestros años mozos relativa a los políticos actuales y anteriores. No sé
  hasta donde puede sedimentarse estas frustraciones, creo que toleradas por
  parecernos ya naturales/habituales. O
  es un mecanismo de negación saludable. Sería como masticar el
  vidrio sin que sangre. Pero no es conveniente abusar de ello, el odio
  reprimido genera las mayores tragedias humanas individuales y/o colectivas. Sería positivo transformar esa
  rumia constante contra los políticos tratando de participar más en los que
  nos concierne como ciudadanos en la medida de nuestras posibilidades.
  Así no tendremos ulteriormente que fustigarnos a nosotros mismos por haber
  permitido cosas como las descriptas en el primer párrafo de esta nota. Impotencia sería
  si no hubiese propuestas como las del Proyecto  Francamente no pensaba que esta editorial tendría
  este contenido, trataba de aludir al toma
  y daca - ese
  era el titulo original- que se nos presenta en el futuro
  inmediato y la posibilidad de ser burlado el espíritu ciudadano. Pero no es mi
  estado el más optimista. Aludía en los objetivos del proyecto que este no era
  utópico y lo sigo confirmando. Solo que su construcción - formar la red-
  podría serlo. Las causas no las puedo captar, Ud. lector sí. Participe, aunque sea para decir
  por que no lo hace. Si algún don tengo seguro es la perseverancia la
  cual es un antidepresivo formidable. Disculpen
  la digresión... A veces es bueno dejarse llevar, por supuesto
  para uno, no sé si para Uds.         |