Editorial: DÉFICIT ELEVADO. IMPUESTAZO...MUY FÁCIL.

 

               Menem estará contento, frustrada su re-reelección, solo le restaba no pasar el papelón de su antecesor, cuya transmisión del mando tuvo que adelantarse dada la ingobernabilidad existente por el 89. Asumió la presidencia con un déficit fiscal cercano al 17% y teniendo que utilizar el presupuesto del año 87 en 1989. Comparativamente su transmisión al nuevo Presidente, del mismo partido radical, será francamente una pinturita. Un déficit que oscila entre el 2% y 3%, un presupuesto a punto de firmarse para el 2000, una economía en ascenso. Reservas consistentes. No así la desocupación altísima (largo 17%), bolsones de pobreza, magras prestaciones pasivas, distribución desigual de la riqueza, descontento social, crisis provinciales, etc. Otra pinturita.

A poco de asumir Alfonsín, Humor mostraba a éste en el sillón presidencial pensando en todos los bodrios que debía asumir - bastantes y complicados- expresando que tarro que tiene este Luder (perdedor en la contienda electoral presidencial). Tal retrato incitaba a la compasión de todos los problemas que debía asumir. Fue la primera vez que comencé a ver desde otra óptica el rol de los políticos. Quien asume cualquier cargo electivo no puede ser considerado un servicio a la sociedad, dado que hay un acto voluntario del mismo a afrontar la situación en la que se encuentre el estado en tal oportunidad. Es más, en su campaña habrá criticado todo lo que el ex-gobernante habría hecho mal y que obviamente él debería rectificar. Si la gente aceptó sus propuestas es porque aspira a que se revierta el proceso objetable al mandatario saliente. En fin, sin presiones para hacerlo. Esto invalida cualquier queja por la herencia recibida, de la cual se tiene sospecha y debe asumirla a rajatabla. Obviamente no justifica al gobernante precedente.

En esta elección todos los análisis indican que la sociedad dijo basta a un modelo de gestión personalista en que la opinión pública casi no era escuchada. Corrupción avalada o por lo menos no objetada desde el mismo PEN. Un déficit fiscal no solo proveniente de una menor recaudación impositiva producto de crisis diversas, sino de gastos que podrían ser considerados superfluos/injustificados/sospechosos en muchas áreas del gobierno. Teóricamente factores que el nuevo gobierno debe revertir en gran parte, excluyendo la obligación inmediata de bajar mágicamente la desocupación e incrementar la recaudación con los impuestos actuales, dado que ello implicará un proceso arduo de resultado incierto.

El déficit fiscal del 99, que aún no se sabe certeramente su volumen, puso nerviosa a la Alianza. Esta tan preocupada por el orden con el cual aspira a gobernar que se ha curado en salud, despachándose con un impuestazo que afectara fundamentalmente a la clase media, que le garantizará paliar el déficit futuro. Es decir que trasladará a la sociedad su problema, heredado de Menem. Muy fácil, demasiado. Ninguno de los argumentos que pueden esgrimirse económicamente o legalmente son terminantes (en este país que fue todo posible). Ni que no podría gobernar sin esos impuestos, ni que necesitaba tener firmado un presupuesto equilibrado. En fin se han curado en salud a costa de sus mandantes. Tantos economistas brillantes para hacer algo tan mediocre. Por lo menos hubiesen asumido, arremangado, ponerse las pilas, ajustar los gastos superfluos en los diversos ministerios, reducir las reparticiones, etc. Transparencia en los gastos y luego si con esto no bastaba - calculemos el segundo trimestre del 2000- generar un impuestazo. Lo cual hubiese puesto en duda todo lo que se hablaba del gobierno menemista y su supuesta prodigalidad/corrupción, o que los deberes del nuevo gobierno no se hubiesen hecho correctamente (tildo esta opción). Utilizan el mismo procedimiento - criticado socialmente hasta el cansancio- del impuesto docente: solucionar un problema transfiriéndoselo a otro (nosotros desgraciadamente).

Revisando los nombres de los nuevos funcionarios, muchos de ellos han cumplido sin pena ni gloria sus funciones en gobiernos anteriores. Espero que hayan aprendido lo que no se debe hacer e hicieron en sus respectivo mandatos precedentes. Siempre es buena una segunda oportunidad. Aludía en mis primeras editoriales que el nepotismo, tan propenso en el menemismo, no iba a desaparecer en el nuevo, ya que muchos miembros importantes de la Alianza no consideraron objetable tal proceder. Obviamente estimaran que sus pichones - hijos, hermanos, primos, cónyuges, amigos, allegados, etc. - son de una categoría superior a los Gostanian, López, Barra, Alsogaray (jr.), Alderete, etc. Sus pergaminos deberían compensar el descrédito que implica ser familiar... En la historia humana han sido siempre negativos tales procederes, espero que la nuestra tienda a revertir tal desprestigio...

(Solidaria e Idónea). Francisco Alberto Scioscia 
           www.redsoleido.com.ar   número  8   del:  10 /12/99.                  letter.gif (161 bytes)