Editorial:
Orden y
Autoridad... ! FIRMES ! |
Sintetizado perfectamente por Pinky, en su
convincente tanda publicitaria, aludiendo a Fernando en cuanto nada de magia
en su gestión gubernamental capitalina, solo austeridad y orden. Cualidades
estas que evidentemente adolece el partido gobernante, pero que no son
suficientes para gobernar este país (desde un municipio hasta el PEN).
Nadie más que los militares tenían claro el concepto ordenancista, aplicado
en sus gestiones políticas tras sus golpes de estado. Resultaba sorprendente
como la provincia más rica del país, gobernada por un dirigente sindical y
sospechada de ser un antro del caos y la corrupción (1976), dos años después,
intervención militar mediante lograba superávit. O el general Saint Jean era
un mago de las finanzas o Calabró no era tan prodigo ¿ Ambas
interrelacionadas?. Otro supergeneral - VIOLA- nos despeja las dudas sobre el
tema: en un reportaje posterior a su "ida" anticipada como
presidente de facto (1981), comenta que era sumamente difícil salir de ese
cuello de botella que se formaba luego de la labor ordenancista, que
demandaba generalmente dos ejercicios, producto de esas virtudes elementales
para un funcionario - no muy difundidas por cierto- de orden y austeridad. O
en otras palabras prudencia sin exceso. (¿ algo así no demandaba Barrionuevo
a sus colegas del PJ ?) .Valido para un país desarrollado que ha mantenido
políticas administrativas coherentes durante largos periodos. No hay mucho de
que hablar, no es nuestro país tal caso. Este procedimiento, diríase
rutinario para los representantes del estado (directos o indirectos),
no puede satisfacer la demanda de nuestra sociedad. La forma argentina de
gobernar - en cualquier nivel y sin distinción partidaria, ni de grupo o
sector- es hacer de cada gestión una fusión de la estructura política
partidaria, mucho más personalista que orgánica, con las administrativas
preexistentes (que también tenían ese sesgo). En fin, consolida una fantasía
que es propia de los humanos que no tiene asidero en la realidad: nombrar a
allegados y familiares en puestos claves para garantizar su gestión. Léase
lealtad a él y en muchisimos casos con prescindencia de la mínima idoneidad
del cargo. Obviamente, en los cargos políticos superiores deben
renunciar en cuanto cesa el mandato de su designador o partido, no así en los
niveles jerárquico-administrativos. Cualquiera que halla formado parte
del estado sabe perfectamente que estos leales una vez finalizado el mandato
de quien los nombró políticamente, generalmente, no renuncian y se adaptan a
cualquiera nuevo que sea, contrario/afín u odiado. Son buenos ciudadanos que
no discriminan, lo cual es una virtud (no todo es negativo...).
Sintéticamente: la lealtad concluye con el fin del mandato del funcionario,
dando paso a sus propios intereses (humanos somos, chancho... comer... suena
no?). Si alguno cree en la promocionada reforma del estado instalada por el
gobierno, por la cual se instauraron concursos abiertos y públicos en los
cargos administrativos superiores, solucionaron este problema de la
digitación, lamentablemente no lo crea. Chicanas mediante se transgreden los
mismos, quedando en manos del titular de cada organismo la designación final
de una terna, (en la cual siempre esta el "delfín") e inapelable... La filosofía nepotista esta intacta en
nuestro dirigentes incluyendo a los que vendrán luego del 24 ( radicales y
frepasitas por igual), solo basta prestar un poco de atención a los medios .
Esa reforma omitió ello, solo declamó sus objetivos instrumentándola
deficientemente (intencional o no poco importa), facilitando las chicanas
aludidas. Ninguna reforma del estado será productiva sino esta avalada políticamente.
Como verán falta mucho tiempo para que ocurra, espero que sea en el
transcurrir del próximo milenio. En definitiva, lo que nos espera con el
hipotético triunfo del candidato aliancista es un estado ordenado hacia fines
del 2001, que seguramente le permitirá ganar las elecciones parlamentarias y
luego un paulatino y progresivo desgaste de la gestión (solo hay que
mirar la historia). ¿ Podremos alguna vez salir de esta trampa? Cuando
elegiremos al mejor candidato y no al que viene a restaurar las barbaridades
que cometió su antecesor, que subsanadas rutinariamente nos vuelven a llevar
al mismo lugar. Esto es lo que hace que argentina no pueda despegar de su
mediocridad. Ejemplo en la historia: pais con recursos y pobre. Cualquiera
fuere la organización, su desarrollo positivo esta condicionado a la
acumulación de logros que se transforman en irreversibles, mejorando
cotidianamente a la misma y sirviendo como cimentación a otras productivas
del futuro. En otras palabras no tenemos valor agregado a cada gestión y así
nos va. Sensibilidad social e imaginación productiva son necesarias para
revertirlo. En fin, peor sería que nos dieran más de lo mismo. Inicie con Pinky, termino con el ex-marido. El texto del aviso es coherente: para operarse el mejor cirujano, para tango Troilo/Piazzola... Para gobernador: el mejor. Falta aclarar que de lo ofrecido por los partidos políticos, no lo mejor de la provincia de Buenos Aires lo cual es bastante diferente, rompiendo la coherencia de los items aludidos por Lavie. Esto es valido para todo el país, hasta cuando... |