PASAN LOS AÑOS Y LA CONFIANZA SIGUE MATANDO AL
HOMBRE
Lanata termina su primer
artículo de 2018 en Clarín con una
ocurrencia graciosa: dejar la “confianza” para los amigos que uno invita a
comer en familia… En tal artículo extiende la nómina de empleados al SOMU que hasta ahora- públicamente-
solo se conocía la empleada doméstica.
Con la participación no solo
de los Triaca sino del juez de la
causa – el cuestionado Canicoba Corral-
de intervención al sindicato del “caballo” Suarez,
y de la flamante senadora Gladys González.
Varios nombramientos en distintos cargos, algunos relevantes otros del pelotón.
Hace muchos años analice el tema de la “confianza”
cuando asumió la Alianza, dado que
el gobierno anterior le había designado infinidad de cargos direccionales –unos
6000- en toda la estructura del PEN,
y que el gobierno de Fernando de la Rúa
se encontraba con una situación difícil: quienes eran esos sujetos designados
que no le reportaban ninguna confianza. La alianza quiso hacer del nepotismo una nueva versión autóctona del
mismo, justificando todos los nombramientos de tal índole incriminados por la
prensa, invocando que tal confianza les garantizaba seguridad. Una nueva
versión argentina for export (el nepotismo
es tan viejo como la historia humana y generalmente sinónimo de fracaso). Habiendo recorrido un largo camino
en el Estado Nacional (más de veinte
años) y llegado a Sub-Director General de carrera, siempre me pregunte para que
la confianza, Las tan mentadas eras
geológicas que conforman al personal del estado devienen de los nombramientos a
dedo de los anteriores gobiernos, emergentes de diversos factores: amistades,
familiares, favores electorales, etc., etc., … y tal digitación podría devenir
de concursos, legalmente inobjetables, dado el procedimiento incurrido (normas
del SINAPA, léase SISTEMA NACIONAL DE LA PROFESION ADMINISTRATIVA,
1991).Un buen intento de modernizar la estructura publica, con concursos
abiertos y públicos para la asignación de cargos en la estructura del PEN. Obviamente un nuevo fracaso en la
historia de reformas publicas…
Por
casualidad, y atento a mi desarrollo laboral, concurrente con el poco valor que
se le asignaba a los proyectos de reforma del estado, me preguntaron si podía
responder la requisitoria de los textos involucrados a la misma. Por siempre me
interesaban, así que desde entonces fui el encargado de leer/responder todo lo
atinente a los cambios pretendidos. Y aún jubilado, se me consultaba informalmente…
Todos incurrían en el mismo error: una distorsión en los concursos que permitía
nombrar al caballo del comisario sobre otros más capacitados. Perfiles ajustados
al caballo favorito, exigencias acordes a los pergaminos del mismo, o la aún
presente, hasta nada menos que en el Consejo
de la Magistratura, designación de una terna a consideración del titular del
organismo respectivo, o del PEN. Patético mecanismo por el cual pueden incluir
al “caballo” en cuestión, sin diferenciar las distancias – algunas abismales- entre la idoneidad de los tres involucrados.
Que por las designaciones del SOMU expuestas precedentemente, podría llamarse
de TROYA. El original y bien intencionado SINAPA exigía un riguroso mecanismo de selección, que restringía
tales laxas normas, siendo designado el
primero de los sujetos que se presentaban, incluyendo impugnaciones
fundadas a tal designación. Uno de los primeros concursos se realizó en la Secretaria de Medio Ambiente, a cargo
de la ingeniera María Julia ALSOGARAY.
Un cargo de director general (o Nacional ¿?), siendo elegido uno de los
emblemáticos ambientalistas nativos, irreprochable. Nunca aceptaron su legal e
inobjetable designación bastereándolo sistemáticamente: ni escritorio, ni
silla, ni despacho, sueldo parcial…hasta que renunció. Tal proceso originó la
terna aludida, como excepciones (nombrar a directores de nivel máximo, A, sin título universitario, etc.
etc.). O los nombrados por Alfonsín como Altos Administradores Gubernamentales,
luego de un curso exigente de dos años dictado en el INAP para profesionales afines
(emulando a las instituciones galas).
Teóricamente serían los nuevos directores generales, que jamás lo harían,
interviniendo en tareas no ejecutivas. O
peor aún, en plena dictadura, 1978, generar
cursos para los tramos medios del escalafón,
con la pretensión que los mismos irradiaran en sus ámbitos la modernización
necesaria, con los conocimientos adquiridos en tales cursos, sin requisitos previos
y sin exigencias relevantes para su aprobación (patético). Para mayor detalle
histórico de la presente somera descripción, click aquí.
En definitiva el factor común de todos
estos fracasos, incurriendo en destrato a los que ganan inobjetablemente los
concursos; el nepotismo como recurso para obtener resultados positivos; y el no
cumplimiento de las normas que se pergeñan en el propio gobierno, devienen de
la ausencia de compromiso real del PEN, al privilegiar la politica sobre la
idoneidad en el desempeño de los funcionarios públicos. Estos conforman la
herramienta con que cuenta el gobierno de turno para desarrollar sus planes de
gobierno. Nunca lo han comprendido… Esta hora del no nepotismo emerge de un
accidente triacal, no del convencimiento… El ministro de Modernización, nombró
a su esposa apenas asumió. Era “importante” según su criterio dada su experiencia en tal ámbito. Pero ya no es tan
necesaria pasando a ser legisladora por el voto popular en octubre ppdo., zafó
del presente guadañazo. Muestra-botón…
Aludí a un cierto conocimiento de la
historia publica reformista y sus fracasos, lo cual originó un breve ensayo,
ilustrativo y orientador para revertir tantos desatinos (BASES CONCEPTUALES PARA UNA REFORMA DEL
ESTADO).
Gracias por su atención.
Francisco
Alberto Scioscia
Aportes e interrogantes ciudadanos, 073 febrero 7 de
2018.-
He
escrito un ensayo respecto a las modificaciones que estimo requiere el estado,
fundamentalmente para expertos en el metier.