VOCES
TENUES…ALERTA
En casi todos los medios han surgido tenues voces que
alertan sobre la imperiosa necesidad de diseñar un plan global que trascienda al simple objetivo de superar un déficit
crónico, que involucra a este gobierno y todos sus precedentes, fuere cual
fuere su calificación ideológica (auto definida o “etiquetada” socialmente y/o
externamente), sin resultados satisfactorios hasta el presente. Algunos ni lo
intentaron dado que en sus supuestos teóricos la emisión monetaria no genera
inflación, y según otros es la madre de todos nuestros males como Nación, y el
endeudarnos sin sentido desde nuestros orígenes como tal. Inflación, emisión,
déficit, recesión, endeudamiento externo, ausencia de herramientas superadoras
de nuestra decadencia…por siempre.
Como se dice certeramente, “la única verdad es la realidad”:
¿podemos creer que con profundos y/o superficiales recortes lograremos poner en
caja el déficit que tanto nos aflige, como un problema cuantitativo? La
historia nos remite que la remake gubernamental anunciada, producto de la
presente inestabilidad cambiaria, nos
vuelve a oler a fracaso. No diría
seguro (aspiraría a que no), pero altamente probable sino revisamos nuestra
historia adecuadamente (que es a lo que
aluden esas tenues voces referidas). Veamos el contexto: El PRO cree que sí se puede. Reflotó a la
mesa politica, léase Monzó (PRO-ex
PJ), Sanz (UCR) y Sánchez (CC) foto mediante. La realidad
no lo ratifica. Creo que es
razonable que el gobierno crea confiar en sus propios objetivos/actores
forjadores iniciales del principal partido (léase votos) de la coalición Cambiemos. Ampliar su base de gestión
significaría un signo de debilidad, en esta pulseada por lograr la gobernalidad
en estas turbulencias cambiarias. Y obviamente no apuestan a su fracaso, FMI
mediante. No comprenden/perciben que
esta actitud (vecina a la soberbia) es la que trasunta debilidad ante la
sociedad, dado los persistentes fracasos en sus diagnósticos y gestiones,
propios de su inexperiencia en el ámbito nacional, como lo indican las
encuestas. El difundir optimismo deberá ser dejado de lado. Realidad (y no la mágica precisamente).
Esas voces de alerta aludidas (a las
cuales adhiero) creen que se requiere primordialmente de un acuerdo político
con todos los partidos y los sectores sociales (gremios, movimientos sociales,
empresarios, iglesia, asociaciones civiles, etc.) trascendiendo al Parlamento, que si intervendrá
ulteriormente para ratificar el acuerdo sellado interpartidario/social,
posponiendo la presente lucha electoral suicida, iniciada por el mismo gobierno
y que nos conducirá a una parálisis hasta las elecciones generales de 2019, con
futuro incierto, con una nueva grieta: macristas y
antimacristas, ya aludido en otros aportes. Más que tijeras necesitamos ideas para acceder al anhelado superávit fiscal, con políticas
de estado consensuadas socialmente, fijando un derrotero como Nación.
Veamos:
la decadencia Argentina traspasa a cualquier gobierno, tal cual aludimos al
inicio de este artículo. Solo con
voluntad politica, que obviamente excede largamente al PRO/Cambiemos, fijaremos un
camino-solución que nos sacara de tal situación, de carácter estructural no coyuntural. Se requiere
dirimir nuestros desacuerdos, para los cuales evidentemente no estamos
preparados, pero si debemos ejercitarlo para poder ser un país acorde a
nuestros recursos materiales y humanos. Primero la Patria, luego la ideología. Para
ello debemos enfocar aspectos trascendentes que se conjugan:
·
El incremento de las
exportaciones definiendo cuales son realmente nuestras ventajas competitivas en
relación al mundo en el cual estamos insertos.
·
Resolver
adecuadamente el tema energético tanto en los tradicionales, gas/petróleo, como
alternativos (energía atómica, agrarios, eólicos, geotérmicos, etc.)
·
Una reforma publica
que transforme productivamente el estado.
·
Una politica
monetaria que afiance nuestra moneda.
·
Reformulación del
sistema educativo.
·
Ídem para la salud,
sustrato de la educación.
·
Afianzar la
república: Fijar el grado de decisión del PEN;
un Parlamento que conjugue técnicos y políticos idóneos; y
fundamentalmente, un Poder Judicial autónomo
con jueces incuestionables al servicio de la sociedad.
Todo
proyecto requiere definir QUE se
pretende (los puntos expuestos satisfacerían básicamente tal pretensión), un CÓMO realizarlo y QUIENES lo implementaran. Los sectores intervinientes del Acuerdo designarán sus cuadros técnicos
en áreas definidas por aquél, conformando un mix con los múltiples centros
estatales (CONICET, INTI, INTA, CNEA, UNIVERSIDADES, INSTITUTOS, EMPRESAS
PÚBLICAS MIXTAS, ACADEMICISTAS, etc.). Definir prioridades de inversión, ya que
el dinero es escaso, en los plazos que se consideren necesarios, alejándonos
del cortoplacismo que nos caracteriza y lacera cotidianamente.
SI, SE PUEDE. Necesitamos estadistas que vislumbren el
futuro, y no mediocres que solo ven el calendario electoral para no perder sus
prerrogativas. O aquello que resulta
peor: expresiones de
deseos/voluntarismos, creyendo contar con los medios adecuados para concretar
tales auspiciosos deseos, estando muy lejos de ello...(lamentable).
Intencionalmente
he omitido propuestas personales en los puntos enunciados precedentemente.
Transformaría este texto en interminable, y francamente nadie lo leería. Solo
puedo aportar humildemente mi cosmovisión global en ensayos publicados a través
de mis casi veinte años en la WEB.
“Bases conceptuales para una reforma
administrativa del Estado Nacional” ( voluntad e
inteligencia)
“Un camino-solución hacia un
mundo mejor” compuesto de dos títulos:
Título I: Una matriz
social basada en la solidaridad e idoneidad conjugadas
Titulo II: República
Democrática. Una lectura acorde al siglo 21.
Gracias por su atención.
Francisco
Alberto Scioscia
Aportes e interrogantes
ciudadanos,
079 junio 6 de 2018.-