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                    Educación:
  más allá de lo económico  | 
 
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   La crisis educativa nativa es un hecho
  irrefutable. Tanto desde la visión de los defensores de la escuela pública
  como las del mercado. Si uno analiza los diversos aspectos que involucran al bienestar
  general (salud, justicia, seguridad, PEN, Congreso, etc.) ninguno de
  ellos ha demostrado en estos últimos 16 años de gobiernos democráticos haber
  ajustado sus presupuestos de una manera racional. ¿ Porque lo haría el sistema
  educativo? Somos parejos en hacer macanas. Las causas son
  difíciles de develar pero no pueden excluir a nuestra dirigencia nativa de
  cualquier ámbito (léase pública/privada). Es decir que el aspecto de utilizar mal los recursos
  públicos es un mal endémico de nuestras pampas y obviamente debe ser
  prioritario de cualquier gobierno que quiera hacer las cosas bien.
  Obviamente hay que cambiar las recetas, ya que con ajustar presupuestos
  resuelven un problema cuantitativo (temporal) pero no cualitativo (de mayor
  alcance). El orden - necesario
  como fase- tiene patas cortas. Debemos aprender del pasado.  Mi cosmovisión del problema educativo - expuesta en este periódico-
  reside en que una vez que superemos los problemas del sistema educativo
  nativo (factibles de resolver como lo muestra el primer mundo), nos
  igualaremos a éstos en cuanto a su problemática educativa no resuelta
  satisfactoriamente: la falta de contención a los jóvenes en aspectos
  trascendentes a su realidad social cotidiana: indolencia, vacuidad, facilismo,
  drogadicción, violencia ...(fenómeno trasfronteras). Es
  decir, que superados los inconvenientes de estructura e infraestructura,
  habremos realizado el mismo camino y estaremos con iguales problemas. No tiene sentido. La planetarización de la
  conflictiva juvenil aludida nos conduce a que debemos rediseñar el rol de la
  escuela, adecuándose a la misma, como además incluir factores que por su
  trascendencia empalidecen a cualquiera de las fallas estructurales existentes
  (coerción adulta, zafar,
  evaluaciones memorobóticas , falencias en la trasmision de conocimientos, omisión del desarrollo de la
  inteligencia emocional). Omitirlos por no saber que hacer, no harán que
  desaparezcan (ver la escuela publica: un
  enfoque global). Resulta harto evidente que hay que revisar toda
  la estructuración existente para llegar a niveles de racionalidad en la
  asignación de recursos, como aligerar la organización administrativa. Estimo
  que la transferencia del presupuesto a provincias y municipalidades podría
  coadyuvar a tal fin ¿
  No podría   hacerse sin que ello implique al gobierno nacional
  desentenderse del problema?  Es decir, mantener
  centralizado el presupuesto a nivel nacional, derivar los fondos consensuados
  a cada provincia/municipios y que estos tengan un fuerte control. Uno global
  efectuado por  El problema nuclear de la educación supera estos
  parámetros económicos. Esta
  en la definición de ese modelo de educación que queremos, que trasciende al
  de  Nación (nunca definido) ya que involucra al hombre mismo
  y su inserción social, resultando el contexto secundario. En
  aquel debe tenerse en cuenta al ser humano en su desarrollo evolutivo, el
  contexto social en el cual esta inmerso y su contención, que excede la
  responsabilidad del núcleo familiar hoy superado por los medios. Esto hasta
  el secundario, cada vez mas deteriorado y que mide los recursos medios de una
  sociedad. De este nivel debe egresar con las herramientas básicas
  consolidadas: lecto-escritura, amplio léxico, interpretación de textos,
  operación matemática básica, inglés, conocimientos del uso de las
  telecomunicaciones e informática, orientación de sus capacidades potenciales
  en áreas de su interés y conveniencia. Debe
  haber una continuidad entre niveles primarios, medio y terciario que
  garantice la tan declamada igualdad de oportunidades.
  Obviamente implica esbozar otra estructuración del nivel terciario que tome
  en cuenta las capacidades desarrolladas y potenciales del alumnado, como su
  inserción laboral ulterior ( ver Integración
  Educación -Trabajo) que en definitiva definirá el
  nivel del aparato productivo y de investigación científica nativo. Esto debe hacerse hoy, no mañana
  una vez puesta la casa en orden. Debe ser simultaneo y convergente. Resulta obvio que esto no puede estar en manos de
  los políticos, que si deben proveer de los medios para la concreción del
  proceso del cual emergerá el modelo de educación deseado en todos los ciclos
  educativos. Se deberá recurrir a científicos idóneos de excelencia en materia
  educativa e investigación científica, requisito
  excluyente, mas
  allá de cualquier partidismo o sector incluyendo a los que registren
  experiencia internacional. Estos conformaran un grupo
  reducido de conducción estratégica del proceso que irán delegando en otros de
  nivel los distintos ciclos sobre la base general definida por la conducción
  superior. Este proceso implicara la participación de todos los sectores
  involucrados en el proceso educativo, sin
  exclusiones. Los medios para ello se irán definiendo. Obviamente con difusión pública
  permanente de lo actuado al público/medios.  El presupuesto para esto no es
  significativo, más aún recurriendo a créditos internacionales de tal
  naturaleza. El único
  problema de esto es que si no se vislumbra para que sirve la definición de
  tal modelo educativo/investigación científica, difícilmente se lo impulse.
  Esta es la causa por la cual no se hizo hasta ahora. Un problema de nivel.
  Muy bien esbozado por el científico y escritor Marcelino CEREIJIDO en una
  nota reciente - La patria
  Bolichera- en Clarín, suplem.Zona,
  página 10 del 21/11/99.
   
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