7. MatriZ SOLeIDO: Solidaridad
e Idoneidad conjugadas
Acción
cooperativa y su organización inteligente.
7.1 Consideraciones personales con relación al tema.
En mi primer ensayo prevaleció
el enfoque sobre la idoneidad que debían poseer los políticos. La solidaridad
era un hecho indiscutible en mi concepción del mundo, compartida por muchos
hombres que se habían extendido en ella, como corroborada en el transcurso de
mi vida (1949) desde la mitad final del siglo 20.
Una vez que publiqué el ensayo, de escasa difusión, comencé a extenderme en
los aspectos de mayor vinculación a la conformación de redes
socio-tecnológicas aludidas en el punto 5.2, en los cuales fueron
emergiendo la interrelación entre la solidaridad e idoneidad en
una forma que hasta ese entonces no había percibido. Asimismo debo destacar que
un escritor y critico literario, de prestigio en nuestro medio, en una misiva
que me remitió - luego de haberle obsequiado mi primer ensayo- aludió a
la importancia de haber sostenido tales principios. Este suceso, que aunado a
mi intención de agrupar gente en aras de complementar los principios de libertad
e igualdad con los de referencia, fue reorientando mi labor. En si, el
sustento de mis propuestas se fundaba en
centrar en lo social nuestro desarrollo y de tales logros, armonizarlos
política y consecuentemente con tal desarrollo.
Luego
de la publicación de mi primer ensayo mi concepción original de estos dos
principios, que inicialmente consideraba como independientes, fue evolucionando emergiendo el presente estudio. Ya he aludido a que las
organizaciones solidarias vigentes en los últimos siglos, mayoritariamente,
fueron consecuencia de circunstancias coyunturales imperiosas y compulsivas,
frente a la adversidad espacial y/o temporal. Convengamos que los orígenes de
gran parte de las actividades humanas emergen como necesidades, para luego
evolucionar hacia formas independientes de la misma. Como ser la amistad,
tan valorada, emergió ancestralmente
en las cavernas ante la imperiosa necesidad de juntarse para
protegerse y cazar, independizándose de tal necesidad en el
tiempo.
En esta propuesta resulta de la organización de
sujetos orientados hacia un mismo fin, sin compulsiones sino por su propia
voluntad. Tal unión implica considerar al otro como igual, no en cuanto a
características personales obviamente diferenciadas, sino a los derechos que como sujeto
coparticipe le competen, independiente del nivel de
sus habilidades. En otras palabras, una parte de un total - la organización- indisoluble. Ya aludimos que nadie es superior por si
mismo sino que lo es por el consenso de los otros que le dan
y quitan.
SER una parte constitutiva,
interrelacionadas con otras de distinto nivel, que por sí mismas,
ninguna tendría su razón de existencia. Consideremos al cuerpo humano (sustrato
de la especie): como se reiría el "corazón"
si alguna vez el "cerebro" se creyera autónomo o
que es el REY por su capacidad de pensar ( ni
que hablar del hígado, pulmones, etc.). En fin, lejos de un individualismo
recalcitrante, en el cual nos hemos desarrollado y generador de tantas de
nuestras frustraciones. Quien tuvo la oportunidad en su vida de actuar en estos
términos de igualdad solidaria sabe a que aludo, resaltando la sinergia
que genera tal comunión. Quien no, deberá hacerlo para comprobarlo.
Vivir en la mezquindad es una de las experiencias más negativas
de los seres humanos y demasiado frecuente. Esta propuesta no excluye a
ser mezquinos, paso previo a evaluar la acción mutua y de resultarle
positiva, asumirla desprendiéndonos de tal negativa y especulativa experiencia.
La acción cooperativa
en el desarrollo organizacional, implica compatibilizar la iniciativa
personal con la colectiva en los fines, medios y productos que
generará la misma. Reitero que como cualquier actividad implica esfuerzo y que
éste no debe ser dilapidado, debemos estructurar una organización, cualquiera
fuere su naturaleza, en forma idónea. Esta debe actuar como reaseguro
para que tal energía puesta al servicio de los objetivos perseguidos no
sea en vano. Circunstancia, lamentablemente, demasiado usual y solucionable. En
definitiva vemos - sin forzar conceptos- que la tétrada de principios
que aludimos se conjugan y conforman conceptos que
hacen a la seguridad de la especie humana, dado que son convenientes
para su desarrollo evolutivo y conservación de la misma. Coherentemente a lo ya
expuesto: que los cambios en el futuro del hombre seguramente se producirán en
el campo cultural no en su estructuración genética. Veamos en detalle el accionar
cooperativo, organizado inteligentemente según lo expuesto en el punto 6.2
precedente.