“BRONCA”
Trascripción parcial de un articulo publicado el 26/11/99
: “Estos políticos creen que la formación ciudadana de su
descrédito se construye con
manifestaciones expresas. La
impotencia es una de las peores fuentes que provee a la conciencia colectiva.
La formación de ésta es muy similar al concepto, el cual se caracteriza por ser
una construcción temporal que consta de dos factores interrelacionados
: información y sentimientos concomitantes. Con el tiempo la
información se pierde, pero el sentimiento
perdura.
Así cuando tenemos formado el concepto - malo
o bueno- se independiza de la información histórica que le dio
origen. Cuando uno alude a una película, nuestro recuerdo, generalmente,
va hacia sí nos gusto o no, casi sin acordarnos de
sus escenas. Estas están en nuestra memoria pero exigen ser rastreadas. O pensemos
cuando el involucrado en nuestro mal concepto, nos exige que le digamos por
qué, cuanto nos cuesta rebobinar los sucesos que acaecieron tal opinión, no así el sentimiento presente.
En fin, la acumulación de los sentimientos se torna en expectativas, que
pueden o no ser satisfechas. Cuando los medios aluden a un hecho positivo - escasos- se alude a
que ha colmado las expectativas de la gente. Y se siente alivio. Es decir descargamos los
sentimientos negativos inherentes a esas expectativas. Así hemos
macerado colectivamente, filtrando la información cotidiana desde nuestros años
mozos relativa a los políticos actuales y anteriores. No sé hasta donde puede sedimentarse estas frustraciones, creo que
toleradas por parecernos ya naturales/habituales. O es un mecanismo de negación
saludable. Sería como masticar el vidrio sin que sangre. Pero
no es conveniente abusar de ello, el odio reprimido genera las mayores
tragedias humanas individuales y/o colectivas. Sería positivo transformar esa rumia constante contra
los políticos tratando de participar más en los que nos concierne como
ciudadanos en la medida de nuestras posibilidades. Así no
tendremos ulteriormente que fustigarnos a nosotros mismos por haber permitido
cosas...”. Creo que es una descripción adecuada de la “bronca”, ya
manifiesta el 14 de octubre en las elecciones legislativas, que los políticos
negaron con racionalizaciones, con
eclosión el 19/20 diciembre que primero fue por Cavallo, luego por De
En los humanos la mejor perfomance esta vinculada cuando aprendemos a dominar nuestras
emociones. Estas
no son buenas consejeras para operar adecuadamente frente a las circunstancias
que generaron las mismas. Actualmente tenemos un estribillo sorprendente – no
para la ciudadanía, sino para los dirigentes- : que se vayan y últimamente
agregamos que no quede ninguno. Algunos temen a la anarquía que implica tal
desolación representativa (una buena excusa para estar en contra de los
“sediciosos asambleístas barriales y populares”). Hemos pasado del patético “no
te metas” al protagonismo colectivo para que no nos toquen más el culo ¿
No es hora de canalizar solidaria e inteligentemente tanta bronca,
transformándola productivamente?
¿PORQUE INTELIGENTEMENTE?
Podríamos decir sin equivocarnos que la solidaridad
es indiscutible; operativamente
no esta excluida del marco regulatorio capitalista:
en términos económico-financieros equivale al de seguro ( poner una
parte, cuyo total reaseguraría - del siniestro posible- a cada uno de
los coparticipantes). Evidentemente un negocio que involucra lo particular y
general brillantemente, sin exclusiones. La solidaridad ha sido
bastardeada por razones de orden ideológico: asociada a la izquierda y
la pobreza por los acérrimos liberales, estos la abominan... ( que sería de su
lamentable aserto: se es pobre porque se quiere). La idoneidad – el dominio
apropiado de nuestro accionar- actuaría como un reaseguro de que el
esfuerzo solidario no sea en vano ¿ Quien no aspira a
ser asistido por los más capacitados en cualquier acto que nos afecta y que
debemos delegar por no ser de nuestro dominio?
( una intervención quirúrgica; operaciones comerciales; compra de bienes, etc.). Si la
política - simplemente
Un intelectual americano tenia
una hipótesis sobre el origen de los males sociales: persistencia del chambonaje en todo nivel de la estructuración
social. Precisamente, de quienes deben cumplir roles para los cuales no están capacitados. Esto no es novedoso ni inusual. Lamentablemente, cuando es tan habitual
pasa inadvertido, pero no así su negativa trascendencia social ¿ Como
resuelven estos hombres - los chambones- cotidianamente sus
dificultades? : torpemente, generando conductas sociales consecuentes
(delegación inapropiada, obsecuencia, favoritismo, frustración,... siga Ud.),
que no hacen precisamente a la calidad de vida humana aspirada.
En cualquier ámbito o nivel quien deba desempeñar una función para la cual no
se halla capacitado, deberá hacer de... (complételo Ud.), no podrá ser el...
(ídem). Ser exige idoneidad, consustanciación entre lo que se hace y es.
Mimetización entre el rol y la persona que lo ejecuta. Cualquier actor top - de
nivel- ambiciona, obsesivamente, lograr ponerse en la piel del personaje de
ficción que le tocará interpretar. Simplemente, Ser es mejor que hacer
de... Aquellos que algo saben de cumplir roles lo certifican.
Adhiero al chambonaje y a Bioy Casares: "El mundo atribuye sus
infortunios a las conspiraciones y maquinaciones de los grandes
malvados... Entiendo que subestiman a la estupidez"
El desarrollo intelectual esta estrictamente ligado a su constante ejercitación, e
igualmente la idoneidad alcanzada por tal adiestramiento especifico a su labor.
Este proceso continuo es el que permite el acceso a los niveles superiores de
la inteligencia humana (léase generalización conceptual, producto del
pensamiento abstracto, global y sistémico). Es decir se trasciende de lo
especifico - su metier- a lo general de la naturaleza humana. El usufructo de tal virtud, dependerá de la ecuación
personal. Quienes hayan logrado un desarrollo emocional
concomitante al intelectual, utilizarán tal bagaje en la adecuada comprensión
de lo social (lo esencial del ser humano). Esto implica asociarlo al
trabajo colectivo adaptado a las necesidades humanas tendientes a una mayor
calidad de vida individual y general; Ser una parte constitutiva, interrelacionadas con otras de
distinto nivel - que por sí mismas- ninguna tendría su razón de
existencia. Estimemos como se reiría el "corazón" si alguna vez el "cerebro" se creyera autónomo o que es
el REY por su
capacidad de pensar (ni que hablar del hígado, pulmones, etc).
Nadie es superior por sí mismo. Se lo es por el consenso que los otros
le dan y le quitan, siendo partes de un todo que los involucra.
Resulta evidente, que la comprensión de lo social abarca la política, dado
que es la actividad que permite operar sobre la misma. Por ello mi prédica sobre la necesaria
idoneidad del político. Omitirlo nos cuesta y costará muy caro...
Textos de referencia: Objetivos
del proyecto - La idoneidad.
Una
ley se estructura básicamente de la
siguiente forma: el objetivo perseguido, la información técnico-legal
respectiva y el texto final (síntesis de ambos). La calidad
informativa es fundamental, dado que ella incidirá directamente, positiva o
negativamente. Ni hablemos de las limitaciones del lenguaje
escrito, que aunadas a las deficiencias informativas, muchas veces terminan
siendo distorsionadas en sus objetivos, vía dictámenes jurídicos - interpretaciones-
que
cuelan intereses contrarios al espíritu legal. O inadecuadas
instrumentaciones originadas en la misma ley, o en su reglamentación por el PEN, que en diversas
situaciones contrarían abiertamente a la misma, intencionalmente o no.
¿ Para qué nos representan en el parlamento? : para tratar temas específicos que
atañen al bienestar general (salud, educación, justicia,
política, impuestos, etc). ¿ Que pretendemos de nuestros
representantes? : Idoneidad y trasparencia en el ejercicio del poder
delegado. Estas dos preguntas, nos llevan a quienes nos
deben representar para satisfacerlas. Un somero análisis:
Al presente se eligen los legisladores emergentes de las listas sabanas de los
partidos políticos. Luego por afinidad profesional, intereses sectoriales y/o
partidarios, se los distribuyen en las
distintas comisiones – que tratan temas de interés general- integrantes de la cámara respectiva. El azar
indicará el nivel de la comisión, dado que no se privilegia la capacidad
técnica de los integrantes al seleccionarlos como legisladores, sino su carrera
política y/o los sectores que representa. Por lo tanto el producto obtenido son
leyes deficientes (incluye “sobres”, lobby, etc) ¿ No sería mucho más productivo elegir
a los legisladores conforme a la tarea que tienen que realizar según las
distintas comisiones? Establecer una
relación entre Cargos
y postulantes. Esto conformará equipos de trabajos del mayor nivel
profesional que garanticen la labor y que esta responda a las demandas
ciudadanas en tal especialidad. Para ello debe invertirse el orden: definir las
comisiones de trabajo, sus objetivos y alcances (esto concuerda con los
intereses generales) y así la ciudadanía y/o los partidos definir los
integrantes de la misma, que obviamente serán personas que hayan construido el
suficiente crédito en su accionar social afín a la tarea a desarrollar en la
comisión que integraran. Esto permitirá una mayor calidad en la formulación
legal y para que realmente sea productiva se deberan
tener en cuenta los siguientes factores:
involucrar – haciéndolos participes - a todos los sectores sociales
que afecte el proyecto a legislar, sin exclusiones, intencionales o no. Recabar
información de los actores que actúan directamente en el teatro de operaciones
(léase excluir asesores de celular y ñoquis, contrafavores
recibidos) cuya información, distorsionada o no, según sus intereses será
tamizada por legisladores que tienen conocimiento apropiado del tema. Adicionar
obligatoriamente en los considerandos – o parte predispositiva-
los objetivos perseguidos por la ley (evitando distorsiones ulteriores por
interpretaciones), como los artículos que los tornan constitucionales. La
reglamentación a cargo de la misma comisión que generó la ley (por coherencia),
y el PEN solo la posibilidad de veto.
Obviamente, las leyes que afecten al interés general, parcial o total,
deben ser plebiscitadas. En fin, que las leyes reflejen idoneidad y
representatividad incuestionables.
En
un futuro, esta sería
Textos de referencia: Algunas
reflexiones sobre la reforma política pendiente: el sistema parlamentario.
LAS REGLAS DEL JUEGO POLÍTICO
ACTUAL
Y
Cada partido recluta - entre
sus afiliados o extrapartidarios invitados- a los potenciales
postulantes a los cargos electivos vacantes, por el voto de sus afiliados. Tal
acto eleccionario no es obligatorio, presentándose un tercio - promedio-
del padrón partidario, debiendo cumplir con todos los requisitos legales
vigentes y convalidado por la justicia electoral. Estas normas han sido
sancionadas por los legisladores, en cuanto le indican las normas
constitucionales. Más aún, ninguna norma en la materia impide a un ciudadano de
bien acceder a cargos políticos. Este proceso selectivo es legalmente
inobjetable como improductivo, ya que genera una dirigencia que no satisface
las demandas sociales en la materia. O podría deducirse que estos políticos son lo que tenemos y merecemos. Es
decir, una muestra significativa y
representativa de nuestra sociedad.
Tratemos de ver, paso a paso, este proceso selectivo:
-
La afiliación a un partido es un acto voluntario.
-
La presentación a un cargo partidario es un acto voluntario.
-
La presentación como candidato partidario a un cargo
electivo, es voluntaria.
En todos los casos, la decisión corre por
cuenta propia, producto de una autovaloración
para el cargo que se postula, considerándose apto para el mismo. Obviamente
serán los otros afiliados quienes decidirán quién ganará. Podrán ser los
mejores entre los postulantes, pero no garantiza su aptitud para el cargo en
juego. Generalmente no hay vacantes para
cuando no se halla el candidato
apropiado al mismo.
Un político ha tenido que
recorrer un largo camino hacia el cargo electivo alcanzado. Tuvo que autoconsiderarse idóneo para aquel, convalidado por sus
pares afiliados en el proceso selectivo partidario. Una vez electo y en
ejercicio del cargo, demostrar a sus partidarios, sus mandantes soberanos, a
los que no lo votaron, de su probidad para el desempeño del mismo.
Cuán difícil, sino imposible, reconocer sus falencias en el transcurso de su
mandato, o antes. Primero su autoestima, luego sus íntimos, correligionarios,
adherentes, críticos... gracias a Dios, existen mecanismos propios de
los humanos factibles de soslayar tanta desgracia: racionalización, negación, disociación, proyección... y otros
complementarios: soberbia,
sobreestimación, fijación y algún otro más que Ud. pueda aportar.
Evidentemente, desde la misma cuna selectiva emerge la subjetividad: autovaloración, autoproposición,
con la consiguiente probabilidad de sobreestimación de sus cualidades
individuales - léase narcisismo- o
de impulsos exhibicionistas - una cámara
aquí, por favor- o poseer una información distorsionada del futuro rol
político a desempeñar. Ello, avalado por partidarios de similar cosmovisión y estimulado por quienes
pueden verse favorecidos por beneficios colaterales de la política, más allá de
evaluar las reales capacidades del candidato (léase familiares y allegados).
Este análisis del proceso selectivo de nuestra dirigencia, determina tanto su
carácter legal-inobjetable, como falaz, en cuanto a que tal
proceso recluta lo mejor de nuestra sociedad. Tal proceso no garantiza ni cualitativamente ni cuantitativamente una técnica
de representación fiable. Esto no es lo
que nos representa sino aquello que nos ofrecen los partidos actuales, no lo
que nos merecemos.
Cualquier avezado político, ante estas aseveraciones, dirá
que son burdas reducciones de un proceso partidario que implica un exhaustivo
trabajo, concienzudas evaluaciones, análisis, etc. ... Pero la realidad nos dará un claro veredicto:
el descrédito general de los políticos emergentes de sus internas partidarias (indefendible). He tratado de
no referenciar anécdotas de los políticos notorios, que ratificarían mis
aseveraciones. Ellos no crearon las reglas del juego, devienen. A lo sumo se les puede endilgar que las mantienen. Sus
propias limitaciones los exime de culpabilidad. Igualmente, un cambio radical
en las reglas de representación, gestionadas por ellos mismos, no le
garantizará su continuidad. Observemos la realidad cotidiana: solo ante la
presión de pruebas irrefutables - a criterio de la ciudadanía en general-
sacrifican a algún camarada en desgracia
¿Quien les asegura que el día de mañana no
sea uno de ellos el incriminado?
El deber de cambiar las reglas del juego político, que generan la
clase de dirigentes que cuestionamos, es
de la sociedad misma. Aunque ésta ya no los tolera, se encuentra impotente
de hallar soluciones adecuadas por carecer de interlocutores válidos. No se
puede recurrir a aquellos políticos, que con mejor imagen pública, tratan de
revertir tal descrédito. Un técnico-político experimentado aludió sobre uno de
aquellos: "una monja no puede trabajar en un prostíbulo" . Desde
joven comprendí que no se puede pelear con los malos en sus propios dominios,
hay que obligarlos al cambio de sus armas, sino se pierde.
Este es nuestro gran desafío actual: generar condiciones sociales propicias
para que emerja una dirigencia que nos merezcamos y nos represente cabalmente.
Que cumpla con un mandato social simple e imperativo:
Idoneidad y transparencia en el
ejercicio del poder delegado.
INSTRUMENTACIONES POSIBLES
Personalmente, años atrás,
esbocé un proyecto que no tuvo trascendencia, en el cual pretendía crear una
red socio-tecnológica que agrupados por especialidades generara proyectos para
revertir la decadencia política que se vislumbraba. Partir de lo social hacia lo político (para mayor información ver objetivos).
De esa praxis social emergerían los lideres futuros, cuyo crédito surgiría de
sus acciones en tal red. Algo así como en la cancha se ven los pingos (basta de
declamaciones). Las condiciones han cambiado y las exigencias imperativas
aceleran cambios, otrora impensados. Aunque la forma no sea posible por el
escaso tiempo al 2003 y la expresa voluntad – habrá que cacerolear para que no quede solo en intenciones- de
permitir que participen ciudadanos fuera de las funestas estructuras
partidarias. Debemos rastrear en la sociedad expertos en temáticas de interés
general, que su conducta ética sea compatible con los propósitos de sus
mandantes. Crear comisiones de trabajo afines a las parlamentarias, organizar
un calendario – difundirlo- e invitarlos a reuniones de trabajo,
escuchar sus propuestas a las demandas sociales. No excluir
arbitrariamente a quienes tengan aspiraciones y no fuesen propuestos por otros,
ya que lo importante será la evaluación a la que serán expuestos.
Posteriormente, a quienes satisfagan tales demandas, ofrecerles formar parte del staff legislativo de la
ciudadanía, en su especialidad. Gente decidida a aportar sus
conocimientos, no a figurar.
Podrá haber errores pero jamás llegaremos al nivel deprimente de la actualidad.
Su revalidación periódica legislativa estará estrictamente vinculada a su
conducta profesional y ética en el ejercicio de su labor. Obviamente este
control estará ejercido por sus mandantes, cuya organización evolucionara por
su protagonismo periódico. El futuro se construye desde el presente. Los
políticos actuales abonaron su futuro en una aseveración simple y falaz: el
mero ejercicio democrático generara en el futuro una dirigencia más idónea.
Hoy somos imperfectos, no jodan,
pero con el devenir mejoraremos para su beneficio. Así garantizaban su presente y futuro, a
costa del desastre del presente. Casi veinte años nos demuestran
lamentablemente su falacia. Esto fue avalado por la mayoría de los analistas
políticos, hoy vigentes, que se rasgan las vestiduras por las aristas de esta
crisis. Muchos conniventes con los políticos de turno. Otros por su
mediocridad, dado que es obvio que desconocen como se
dirigen procesos organizacionales de cualquier nivel, en que su éxito futuro
dependerá de las decisiones del presente.
¿ Alguno puede creer que sin la lucha cotidiana de las Madres de Plaza de
Mayo la dictadura militar hubiese cedido a las demandas democráticas de la
ciudadanía? Ese sabio dicho no es en vano: no dejes para mañana lo que puedes
hacer hoy. Nuestra pasividad de ayer, generada en la impotencia más que
la indiferencia, nos llevo a este tenebroso
presente. Esperemos que de la agonía partamos hacia la resurrección. Estimo que
este proceso de activismo social debe tener algún medio de comunicación que
informe y centralice tal actividad, difundiendo las experiencias acontecidas en
la cientos de asambleas territoriales que existen en el país, para
enriquecimiento de todas los que intervengan. A su vez que sea un referente
para el resto de la sociedad. Un medio grafico sería impensable por el momento,
pero digital totalmente factible por lo económico de su edición. Aunque éste
estaría restringido a Internet, se puede imprimir/ fotocopiar
parcialmente y a interés, haciéndolo
circular. Asimismo permitiría la participación ciudadana de aquellos que por
razones varias no puedan hacerlo en las asambleas. Tendríamos un nivel general
regional/nacional en el cual se conceptualizarían las distintas experiencias y otro especifico,
informativo para cada una de las asambleas a lo largo y ancho del país.
Plebiscitar propuestas, perfeccionarlas, etc.
Internet, aún prohibitivo, tiene esa amplitud de clasificar
información en volúmenes impensados y su acceso puede serlo por cualquier
locutorio o un disquete o un familiar o allegado. Pensemos que
En fin, cualquier propuesta
es factible de ser enriquecida o superada. Debatir/confrontar debe ser nuestro
recurso inmediato para lograr los objetivos sociales hartamente insatisfechos.
Como interlocutor social, la validez o no de mis propuestas las decide Ud. Como
dice una sabia y ancestral afirmación tribal: el
conocimiento debe circular como una divisa, no es una propiedad personal.
P.D.: texto remitido al sitio Plaza de Mayo.
(Solidaria e Idónea),www.redsoleido.com.ar. Aportes e
interrogantes ciudadanos
Número 019 del
28/03/2002 - Francisco Alberto Scioscia