Menem concita el rechazo de todo el arco opositor.
Se lo ha ganado con honor. Si uno cree haberlo visto todo, con el turco
puede equivocarse. No solo de aquí hasta el 18 esta sellada la posibilidad de
su tercera presidencia, sino la ultima
de su vida. No solo tanteo a López – si acepta rifaría su futuro o ...- sino a R.Saa
ofreciéndole la jefatura de gabinete. Este no rifa nada, ya que son del mismo
palo: ilusiones y poder. Desmentidas
estas versiones, o no, esta en sus planes no
perder, a costa de cualquier precio. El poder por sí es su
movilización, no el imponer un modelo liberal, a nuestra costa. Una piensa en sus orígenes
cercanos a la izquierda y no comprende. Y piensa en sus años de poder y si
lo entiende, lastimosamente manifestado en la reunión con petroleros que
expreso sonrientemente “me gusta la derecha”, aludiendo a un
circunstancial sector del ámbito físico, siendo el auditorio en 99%, sino el 100,
del ala aludida. Obsceno para sus votantes de clases humildes que creen
que trabajará para ellos y no para los
ricos.
Quienes poseen carisma como él, generá
en las clases humildes, no solo carentes de recursos monetarios sino de
instrucción, una halo de admiración que no condice con la realidad.
Difícilmente el riojano cometa un error que destruya esa aureola, así emerge la
ex–miss universo como trofeo inalcanzable para sus adictos, realzando sus
poderes. Proceder que la mayoría independiente, más atenta a esos derrapes tan
comunes en él que se han ganado el odio de la misma. Lógicamente hay de
todo en la villa del Señor, y así se encolumnan
tras de él gente que no puede decirse pobre de recursos intelectuales
y/o monetarios, pero que los guía una cosmovisión igual del poder per se que el ex-presidente domina perfectamente. El egocentrismo
los une; en otras palabras primero, segundo y tercero yo y luego los otros...
La historia humana nos muestra lo inmodificable de tal característica humana,
que el éxito reafirma, e incita a sus conniventes,
disimulando errores, a
seguir ese rumbo. Algún día la ciencia dará respuesta a los orígenes de estas
carencias personales tan funestas para
sus congéneres.
Convengamos que su primera presidencia fue un boom
ilusorio, que simultanea y subterráneamente
forjaba el futuro de su segunda presidencia, objetada por la gran mayoría del
pueblo argentino. Ergo, ambas presidencias fueron funestas. Esto
amerita una análisis socio-económico, expuesto hasta
el cansancio por expertos que coparticiparon o no, de tal encantamiento.
Lógicamente, y coherente a las limitaciones de la ciencia económica, un post
análisis exacto cuando ya nos estaban velando... Y si
que convencieron a todos aquellos que no harán cierto el aserto árabe
comentado en su discurso a sus adherentes la noche del 27 pasado, que en
occidente conocemos más burdo y sintéticamente como que no hay dos sin tres...
Insisto con que mayoritariamente la gente no tiene que hacer cursos de lectura
política, de hecho no lo hace, sino que vota o se expresa según sus
necesidades. Tal mecanismo nos conduce a que si los pueblos pueden
equivocarse, pero nos los descalifica. Si a quienes abusan de esa
confianza dispensada con el objetivo de reparar sus carencias. Cada día, aunque
sea muy lentamente, gracias a un mayor nivel de educación básica se acercaran a
la masa más instruida que puede hacer una lectura de mayor complejidad. En
otras palabras de poder discriminar entre sus demandas y el ofrecimiento de los encantadores de
serpientes, para que no les sea retaliativo
como ha sido hasta el presente. Así tomará sentido esa frase que esta en boca de todos pero no se ejercita: EDUCAR AL SOBERANO. Repasemos este boom,
reiterativo en una versión limitada de un lego en economía, pero no así
en respuestas sociales:
Sus promesas originales de salariazo y que lo
sigan sin defraudar manteniendo la liturgia peronista duro muy poco. Su acuerdo
con el empresariado y el fracaso de sus políticas desembocaron en hiperinflación,
retrayendo aún más los deprimidos salarios y el escaso incremento de haberes
que había decretado. Su horizonte era el del exitoso Felipe González, en
boga en la madre patria y parte de Europa. Socialismo con
medios liberales acorde a Reagan-Tatcher. Con una
diferencia: esos países que adoptaron el modelo liberal tenían una estructura
productiva de base, envejecida pero sólida. Aquí, luego de la incipiente base
industrial peronista, esta no fue solventada sino boicoteada por una clase
política y empresarial que no veía en la misma el futuro deseado, estrictamente
ligado a las estructuras sindicales peronistas y un poder que asustaba a sus
intereses feudales. En las décadas siguientes al derrocamiento del tirano -
que no lo era, pero si cometió errores en el aspecto democrático- se trató,
de ambas partes ( sindicalistas y
militares-empresarios) de negociar una salida transaccional sin
éxito. El odio mutuo prevaleció a un acuerdo que podría haber sustentado
positivamente la incipiente estructura productiva
nativa.
Sobre esta base productiva endeble se hizo el ajuste liberal menemista
que término por destruir lo poco que teníamos, malo o bueno y peor aún, derribó
las esperanzas empresariales nacionales de industrializar este país con
recursos múltiples. Un despropósito. No en vano somos ejemplo del
mundo: país pobre pero con recursos... Simultáneamente, la famosa convertibilidad de 1 a 1,
previa devaluación en el verano por el anterior Ministro de Economía y algunos
ajustes posteriores a tal igualación, no así en los haberes, consolidaron un
valor ficticio de un dólar un peso, sobrevaluado de
partida. Pero era lindo: con un sueldo magro - un promedio de casi 600
dólares - podíamos comprar bienes medios importados impensados en otra
época, que hacen al confort humano, tan deseado por todos. Sumémosle un fácil
acceso al crédito, para lo cual se había montado toda una estructura
financiera, fundamentalmente extranjera acompañada por la nativa, tras la
bancarización de una sociedad que era renuente a ello ( un nicho para
triplicar, con servicios muy caros). Otro factor era la baja de esos
bienes medios en el mercado mundial, dado que la gran afluencia de capitales
permitía una producción en escala, que bajaba costos progresiva y
sostenidamente. Más en el campo informatico
tan alejado otrora para las clases medias y vinculado al boom mundial
de la información y el conocimiento. Un encantamiento perfecto:
Bienes que satisfacían nuestras demandas personales y contextuales, crédito y
estabilidad. Pero igual que con el aparato productivo se omitió esclarecer que las tasas eran leoninas
con la estabilidad lograda – al fin único merito
de Menem/Cavallo- partiendo de un 20 al 50, y otros hasta del 100%, acorde
a garantías y plazos. Al ser las cuotas posibles, nos enganchamos, pero era un
endeudamiento seguro a corto y mediano plazo. Estimo que la acumulación de
ganancias de los bancos, las tasas internacionales eran del 6/8 %, permitió una segunda fase que ya no sopesaba
el consumo sino la seguridad personal: el crédito hipotecario, con tasas
menos leoninas – el bien era suficiente garantía...- y plazos razonables
que permitía con las cuotas exigidas, o un poco más que un alquiler, acceder a
una vivienda propia digna. Un paraíso.
Paralelamente los servicios públicos se privatizaban en tiempo record,
sin controles adecuados tanto en tal oportunidad como posteriormente, y a un
valor objetable, ratificando tarifas carísimas comparativamente al mercado
mundial, al ser convertidas en moneda estadounidense. Asimismo su privatización
no mejoró el déficit público, que los liberales habían indicado como la madre
del mismo y disparador de la complacencia social en
su liquidación. Como postre, la
creación de las AFJP, pasando de un sistema solidario al del autoaporte, convenciendo a la gente que ya nadie
usaría-robaría sus dineros previsionales como otrora, ahora en custodia de esas
entidades, con ciertas garantías y formación de un capital nacional que en el
tiempo se volcaría al mercado. Omitieron
decirle a la gente que ya no contarían con los aportes patronales,
suprimidos para reducir costos y así generar empleos. No solo no hicieron esto,
sino que disparó el déficit fiscal – controlado desde el 91- al no
cubrir con impuestos compensatorios los gastos en seguridad social anterior ( el pago de las magras jubilaciones existentes),
transfiriendo a cada nuevo ejercicio en forma acumulativa tales ingresos faltantes.
Además, todas estas empresas extranjeras y las que se instalaron gracias a las
“facilidades” otorgadas por un gobierno deseoso de hacerlo, permitiendo
tecnologías de punta que devastaban el empleo interno y rechazadas en otros
países por ello, remitían legalmente sus ganancias en dólares a los países de
origen, aun quedando divisas en el Banco Central para un mercado interno
restringido comparativamente y que permitía comprar todos los pesos en
circulación, controlando el 1 a 1. Obviamente los parámetros macro
económicos eran brillantes: crecimiento, divisas, PBI, nivel de
inversión, etc. La desigual distribución de la riqueza que crecía
beneficiando a las clases ya pudientes y
el desempleo, serían superables con tiempo por la teoría de las copas rebosantes,
que al derramarse llegarían a las otras capas sociales. Esquema avalado
por las organizaciones de crédito mundial que nos prestaban sin hesitar-
incrementando nuestra deuda exterior- transformaron en el ejemplo del mundo
como alumno ejemplar cumpliendo a rajatabla sus exigencias neoliberales.
Argentina era un negocio brillante y sus dirigentes tenían el beneplácito
del mundo. Las patillas habían quedado atrás, como su vestimenta chillona.
Hasta lo nombraron el mejor vestido del mundo... Como no le va a gustar la
derecha...
Pero la
realidad en la segunda presidencia era otra, directamente vinculada a la
primera: destrucción del aparato productivo con el cierre consecuente de
empresas nacionales , que no podían competir con los
bienes producidos en el extranjero, desempleo correlativo hasta llegar al 20%;
retracción del consumo e ingresos dependientes del mismo; haberes congelados o
reducidos ( el mercado los ajustaría).
Aunemos el clima de incertidumbre, la corrupción reinante ante los negocios
fáciles, reflejado en una justicia adicta; el detrimento de los servicios
públicos esenciales al estado (salud, educación,
administración, etc), la frivolidad como
“modelo” a seguir, dejaron paso a una
nueva dirigencia aliada para ganarle al PJ con Duhalde de
candidato, ya que Menem no podía presentarse a su tercera presidencia. En el 97
la Alianza había ganado las legislativas. Estos nuevos adalides contra todo lo
que representaba el riojano, se harían cargo del desastre heredado, con
el aval mayoritario de la sociedad. Sin capacidad ejecutiva ni ideas, ni por
supuesto planes, fueron arrasados por la decadencia estructural que le
había dejado la década del 90. Ni aún, al agonizar su mandato, con la presencia
del otrora ministro generador de ilusiones, que confirmaba sus gruesas fallas
anteriores. La teoría del derrame se habla cumplido, lástima que no era de riqueza
sino de pobreza... Así llegamos a la
mayor crisis de nuestro país. Menem lo hizo. Ver
Kirchner
Proyecto
( Solidaria e Idónea ) Aportes e interrogantes
ciudadanos
Número 040 del 30 de abril de
2003. Francisco Alberto Scioscia .
www.redsoleido.com.ar