¿BASTA CON SER UN EXMINISTRO CON PRESTIGIO?

   

               ¿Hay razones para que aún existan antiperonistas, cuando su rango etario racional está lejos del auge peronista? SI, sin ninguna duda. Y también los hay con la edad contemporánea, aunque son los menos obviamente. En lo personal creo, como peronista, que como decía el mismo general: “no es que nosotros seamos buenos, sino que los que vinieron fueron peores” (y penosamente sigue sucediendo hasta el presente). Los dirigentes justicialistas ulteriores han sistemáticamente deteriorado su legado (sumémosle conductas impropias de un representante político). Cuando aludo a tal legado, lo vinculo a la fase de su actuación previa a su tercera presidencia que viví en mis años mozos en forma activa (1972), lapso en cual logro moderar la antinomia existente entre peronistas y anti. Definió la futura inserción del país en un mundo que necesitaría crecientemente de materias primas, su industrialización y desarrollo tecnológico concomitante, diseñando un modelo para tal fin, reconociendo los errores – algunos horrores- cometidos en sus primeros gobiernos, en un contexto mundial que facilitaba la irregularidad de tales yerros, sin por ello justificarlos. Tal discurso influyó socialmente para una concordia – fundamentalmente- entre los dos partidos mayoritarios, que por entonces representaban como mínimo el 80% del electorado. Concretado en el acuerdo Perón-Balbín, al cual este último despidió como un amigo en su entierro (1974), cuando en el auge de aquel lo había metido preso, previo desafuero, acusado por desacato al presidente (1950)… Lo cual no es un dato menor, en una sociedad que reinaba el rencor. Algún día la historia dilucirá las reales causas de ese fallido proyecto PJ-UCR.

        ¿Cómo puede ser que desde ese efímero encuentro no hubo acuerdos interpartidarios que formulen políticas de estado en temas tan vitales como la educación, salud y justicia, que han ido deteriorándose progresivamente en las últimas décadas? Ninguno de los partidos gobernantes, con preeminencia del PJ, las cruentas dictaduras militares, y los rotundos fracasos de la UCR, NO han intentado acordar tales políticas, en desmedro de “perder” el control de lo incontrolable, que han convertido al patético país del presente. Politica igualmente asumida por quienes hoy nos gobiernan, que fracaso tras fracaso nos ha llevado a una crisis social inconmensurable e imprevisible. Vislumbran, tras sus políticas del presente, un país en orden hacia un mañana mejor ¿Puede uno tener confianza en quienes con sus funestas políticas originan la crisis que padecemos? ¿Puede disculparse de los errores por ser excesivamente optimista y contrario a la realidad? Lo sucedido al anunciar el propio presidente que la inflación estaba bajando y dos días después el INDEC lo contrariaba significativamente, nos pinta un patético escenario, que lo caracteriza por desconocer la situación de su país (nuestro país). Alguna vez en mis textos traté de ser optimismo con Cambiemos, al ser una coalición que vinculaba/reforzaba el concepto de republica/instituciones con la Coalición Cívica- fundamentalmente su líder- y los radicales, con un entramado nacional inexistente en los otros miembros, y respetuosos de la constitución. La realidad nos indica que su influencia ha sido casi nula, protagonizando las macanas “el mejor equipo de los últimos 50 años”: el PRO (¿o aludiría a Boca?, ni una ni otra opción). Indubitablemente sería muy necio seguir creyéndoles. Cemenmark (cemento y márquetin) puede funcionar en la intendencia capitalina, pero no es traspolable a la complejidad de una Nación. ¡Bah! les queda grande.

       Volvamos al título del presente artículo: NO, no basta para desarmar esa dicotomía entre estos personajes fracasados que intentan polarizar a la sociedad. LAVAGNA, además de necesitar consenso del PJ, Sindicatos, y extender al máximo el conocimiento de su persona –requisitos básicos para competir, vía Barrionuevo y Tinelli (un poco de realismo…)- necesita el de la SOCIEDAD. Para ello debe definir claramente el objetivo de transformar en democrático y republicano al partido que ha generado tantos anti en las clases medias (base de sustentación del PRO), producto del escaso apego peronista a insertarse definitivamente en los paradigmas del presente ( léase democracia/república), que nos guste o no, NO hay otra alternativa al presente, que puede y debe ser mejorado, fenómeno trasfronteras. En cuanto a la contradicción en exigir que él sea el candidato unificado de Alternativa Peronista, estimo que este debe ser solo un punto de partida superador para instalar las bases institucionales a las que debe incluirse el derrotero peronista, incorporando a todos aquellos que pretendan un país serio, transformando y superando simultáneamente al movimiento y la Nación. O acaso Lilita, Sanz y Macri fueron a internas partidarias para su “competencia en las ultimas PASO”… un simple juego)

       Pensemos que Lavagna (ver último párrafo aporte090) es un señor mayor (confiable/coherente, manifestado en su gestión y equipo) que expuso su voluntad de limitar su mandato a los cuatro años que dura el periodo presidencial, con el objetivo de lograr un acuerdo nacional para crear las bases del crecimiento productivo. Creo que se puede creer, dado que hay una nueva generación de políticos que pueden ser potables como presidentes, una vez encaminado el derrotero coherente de un país que cuenta con recursos pero pobre (enigma en el mundo).

    Jugar a la democracia con las funestas e imprevisibles internas peronistas del presente, pueden ser distorsionadas y volver a un pasado que debemos superar (Cris o Macri). Solo así se garantizará un devenir promisorio para esta agotada sociedad del fracaso constante

 

                             Gracias por su atención.

 

Francisco Alberto Scioscia                                                     

 Aportes e interrogantes ciudadanos, 091 marzo 25 de 2019.-                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                       

                                                                                                                                          Inicio