Editorial : Evaluación Docente

 

     Las rápidas negociaciones encaradas por el gremio docente - en diciembre ultimo- con el objeto de levantar su emblemática carpa blanca, como las satisfacción de ser escuchados/comprendidos por la autoridad gubernamental, parece que hubiese sido hace un siglo... Tal "romance" parecía dejar atrás las aciagas experiencias con el gobierno menemista y encauzar las relaciones bilaterales necesarias para encauzar el tan cuestionado y deteriorado sistema educativo nacional ¿ Puede algún proyecto que pretenda mejorar éste excluir o confrontar con los docentes? Creo que el NO es incuestionable. Excepto que el gremio mayoritario docente caiga en la misma bolsa que los que el gobierno considera no representativos, factor que también tenemos que excluir dado que este es uno de los pocos gremios que no forman parte de la regla nativa (la falta de representación en las bases). Resultan inexplicables los anuncios oficiales - y el nivel de los interlocutores- sobre la evaluación docente sin haber mediado previamente algún tipo de conversaciones con el gremio. Obviamente indignado por tal carencia y más en un tema tan opinable como una evaluación. Pero aún vincularla a los próximos aumentos, condicionando los mismos a tal evaluación. Quien no conociera el monto pensaría que han elevado los haberes docentes en sumas similares a los países del primer mundo, lo cual justificaría tal ligazón. Volvamos a la realidad, el incremento no es más de un 15% promedio en haberes que oscilan en unos quinientos pesos, en un país que es más caro vivir que en muchos del primer mundo (un dólar = un peso). Es mejor pensar que es un gaffe del modelo de impacto publicitario que pretende imponer el gobierno (diría que peligrosamente retaliativo al basarse en el efecto), que pensar en una "idea" liberal-economicista de premios y castigos o en limitar el gasto presupuestario (ambas lamentables).

El tema en sí es de tal magnitud que la variabilidad de opiniones excede el marco nacional, siendo un problema planetario ¿ Qué es lo que se va a medir? ¿ El nivel de conocimiento sobre su especialidad? Esto podría ser valido para un profesor y sería parcial para la finalidad de una evaluación constatada en lo real, dado que más allá del conocimiento importa la personalidad. Esta será el factor que determinará la calidad de transmisión de sus erudiciones, que pueden ser muchísimas pero condicionadas a otros factores para que puedan resultar productivas para los educandos.

Resultaría necio negar las limitaciones de cualquier test de evaluación, que permita tener la eficacia  predictiva de un simulador de vuelo. Estamos aún lejos. Más aún que este no reproduce la verdadera situación in situ sino simulada. En otras palabras, en la cancha se ven los pingos. Es decir, no hay en general otra forma de evaluación actual que pueda prescindir de una temporal en su ámbito de acción, so pena de ser razonablemente objetable. Siguiendo esta lógica no habría otra forma de evaluar a los docentes que en el desarrollo de sus tareas en un lapso predeterminado (¿prudencia indicaría un año lectivo?), más aún en los docentes de escuela primaria y directivos. Mayores opiniones aún: quienes y como. Es decir, es un análisis que puede llevar varios meses, dado que debe tener no solo un fundamento científico interdisciplinario, sino consenso de la comunidad educativa (incluyendo los gremios).

Pero aunque el resultado de este estudio resultará brillante - intelectual y consensualmente- su aplicación, o más coherente construcción, debería efectuarse posteriormente a la definición del modelo de educación anhelado como nación, dado que la evaluación es una parte de un todo aún no definido ¿Podría ser que esta ya estuviera predefinido y la sociedad aún no se entero? Pensemos que fue en una falla del esquema publicitario aliancista, sino es para temer tal incongruencia.  

Aludía en la Confianza mata el hombre (21/01) - relativa al nombramiento de funcionarios de carrera por confianza- la precariedad ideológica del país, que torna en explicable lo inexplicable: ser un país con recursos pero pobre. No hay campo en el cual en las últimas décadas el estado halla tenido un nivel aceptable y en sostenido crecimiento, acorde a niveles aceptados internacionalmente (salud, educación, justicia, seguridad, deportes, etc.). Esto equivaldría a que en tales campos el nivel de sus intelectuales es igualmente mediocre, lo cual cerraría un circulo coherente: no podemos aspirar más de lo que tenemos. Cuando se alude a recursos como país se involucra a los humanos, no exclusivamente a lo material. Esto nos remite a que las falencias están en nuestros dirigentes políticos  - que no son una representación significativa de la sociedad sino lo que nos ofertan los partidos políticos- y más que en su capacidad en su cosmovisión que le impide diferenciar los intereses partidarios y/o sectoriales que los de los de la sociedad. Léase delegar en aquellos que poseen una idoneidad temática incuestionable, trascendiendo sus posturas individuales fácilmente controlables en el trabajo en equipo. Francamente no sé si son ambas opciones las que no comprenden ( delegar/trabajo en equipo) o su incapacidad de dar un marco referencial de acción/contención a esos expertos que responda a las demandas en la materia ( nadie ve más allá de lo que puede ver).

(Solidaria e Idónea) - Francisco Alberto Scioscia
           www.redsoleido.com.ar   número  12   del:  04/02/2000.                  letter.gif (161 bytes)