5. Factores insoslayables para generar una
respuesta  integral y exitosa

 

La consolidación del acto administrativo involucra dos niveles interrelacionados: primero el volitivo y luego el intelectivo, en ese estricto orden. Nada puede consumarse sino media tanto la voluntad de hacerlo como la idoneidad para consolidarlo. Inicialmente consideraremos los factores en el que prevalezcan los de carácter volitivo, más cercanos al orden político:

                                                                                                                             5.1  Voluntad política para consolidarla.
                                                                                                                Marco referencial necesario


        Todas las experiencias reformistas expuestas en el punto 3, tienen un factor común en sus respectivos fracasos: carencia de apoyo político del PEN.  Sus causas, diversas: diluido tras las turbulencias socio-económicas de la respectiva coyuntura, o creer, o "hacer como que...", que con el apoyo inicial bastaba, o atenuándose sus efectos a través del tiempo. Este apoyo deficiente, intencional o no, es percibido por los ejecutantes políticos a cargo de los proyectos reformistas respectivos. Los mismos asumen tal déficit, trasladándolo negativamente a las formulaciones, como transacción a esa fatídica realidad, que puede conducirlos a ser innecesarios. Ergo, sumar otro factor coadyuvante al fracaso.

        Previo a cualquier intento de reforma deben definirse las misiones y funciones de afectación directa del PEN y sus Secretarias, como la de los Ministerios/Secretarias respectivas acorde a las facultades constitucionales y necesidades operativas consecuentes. Tal distribución debería ser consensuada entre las fuerzas políticas, evitando los intereses sectoriales o personales circunstanciales, ajustándose a la coyuntura. Una Comisión Bicameral que resulte representativa del espectro político nativo, entendida en la temática operacional pública (ex-ministros, gobernadores, etc.) y que este consustanciada, y si no es factible “presionada” por los veedores reformistas vía medios, dada la necesidad imperiosa de llevar a cabo tal proceso de transformación. Real y/o formal sería un aporte productivo para solventar esta voluntad imprescindible que se alude. Resulta inobjetable que las exigencias constitucionales deben ejecutarse con transparencia, racionalidad y austeridad.

         Definido este marco referencial básico - más operativo que legal- como la imprescindible voluntad política reformista, podríamos incursionar en los aspectos atinentes a la estructuración técnico-administrativa del estado, en los cuales prevalece el carácter volitivo sobre el intelectual:

                                                                                                                        5.1.1  Relación con la dotación actual

 

Cualquier proceso de reforma implica una activa participación de la dotación actual, a la cual debe integrarse al proyecto. La definición de esta interrelación será condición sine qua non para una resolución satisfactoria, que definirá el mayor grado de productividad en las prestaciones involucradas. Se requiere una articulación entre los técnicos administrativos de cada repartición/dirección, con los asignados por los responsables del proceso de reforma. Tal articulación permitirá obtener la información técnica-operativa relativa a cada tarea, permitiendo la misma una evaluación ulterior para su ratificación o corrección. En fin, garantizar un proceso de relevamiento veraz, no inducido, fundamental en su éxito o fracaso. Igualmente para los imprescindibles procesos de inventario de los recursos técnicos, físicos y humanos. Lograr la coparticipación activa y productiva de la dotación, implicará reglas claras y univocas, eficazmente difundidas por el PEN. Las mismas consistirán en lo siguiente:

a) Desde que se inicie el proceso de reforma, todos los cargos públicos serán factibles de modificaciones, sin que ello implique en tal oportunidad, despidos o rebajas de haberes de los agentes que cumplían tales tareas modificadas (ver c).

          b) Que los agentes actuales que interactúen con los técnicos reformistas en el proceso de relevamiento serán calificados por aquellos en cuanto a: conocimiento experimentado, disposición, aportes modificatorios y calidad humana, siendo factible de revisión. Es información colateral de utilidad.

          c) La intención del proyecto reformista es la de lograr el máximo nivel de productividad de la estructura pública, no el de reducir presupuesto, ni caza de brujas. Por tanto, la dotación que luego del proceso final de implementación no haya sido ubicada en su área de asignación, anterior a la reforma, pasara a integrar una bolsa de trabajo para el sector público. Habrá nuevas prestaciones, que requerirán de agentes para su desarrollo y su capacitación respectiva.

          d) En cada dirección se efectuara una votación obligatoria y secreta, previa al proceso en sí de reforma, en la cual se indicaran - a criterio del sufragante- quienes denotan idoneidad con relación a las tareas de esa dirección y cuáles. Esto para orientar el proceso de relevamiento, evitando esos tanteos tan inconducentes entre el personal permanente y el técnico reformista que implica pérdidas de tiempo irrecuperable. La selección efectuada puede ser tanto un privilegio como una carga para los votados, ya que tendrán que revalidar en el transcurso del relevamiento tal calificación.  

          Debe destacarse que los vicios públicos de los agentes que conforman los cuadros de las distintas reparticiones, obedecen al marco referencial en el cual están insertos. Ni son peores ni mejores que los privados, se adecuan a la realidad que les toca vivir (humanos somos). Deberán reajustarse a un nuevo marco y quienes mejor lo hagan, tendrán su continuidad asegurada.

5.1.2 Inventario de recursos físicos, tecno-
lógicos y humanos
.

        Este inventario, ajustado a normas que se entregaran en su oportunidad, reflejará por cada Repartición, Dirección u Organismo del PEN, los recursos con los cuales se cuentan. En cuanto a los humanos, no solo indicaran su cuantificación sino las funciones que desarrollan individualmente. Asimismo cada nivel direccional informará de las Misiones y Funciones que desarrolla y volúmenes operativos estimados. En cuanto a lo físico, se alude a los bienes inmuebles y m2 reales disponibles, estado de mantenimiento, etc. Los muebles, si fuere necesario, se limitaran a la información patrimonial.

 

       Esta información se relevará sobre la operatoria real cotidiana y no la emergente de la documentación legal que la avala o no, dado que es habitual modificaciones a la misma que no se registran y/o la contradicen (propio del ámbito público), por diversas causas, que no importan para este proceso.  

  

      Tal información resultará vital para saber con certeza con qué recursos se cuenta y su estado. Esta tarea será efectuada por el mismo personal existente, previo al relevamiento reformista, y la omisión de datos o su distorsión intencional serán causales de exoneración.

 

      Estimo que hemos considerado todos los factores que incursionan en lo volitivo, que resueltos satisfactoriamente incidirán positivamente en el marco referencial básico para un proyecto de reforma, permitiendo acceder satisfactoriamente al nivel intelectivo.

 

 

5.2   Factores intelectivos

 

    

       Este nivel determinara el grado de productividad de la estructura pública. Ello exige una hipótesis sobre las relaciones entre tal estructura y el nivel gubernamental eventual. Una línea hasta el presente no trazable por razones intelectuales y/o volitivas - intencionales o no- pero de hecho existente y gravitante en su improductividad. En fin, hallar una respuesta al interrogante expuesto en la introducción de este estudio: ser un Estado insuficiente - estadísticas y hechos cotidianos lo avalan más allá de opiniones- para satisfacer las demandas internas y externas, y simultáneamente contar con los recursos físicos, tecnológicos y humanos, obviamente perfeccionable.

 

                                                               

                                                                                                                                                                 5.2.1 Hipótesis estructuración del Estado

Estimo que la estructura pública debe ser una herramienta productiva para el satisfactorio cumplimiento de los planes de gobiernos electos, emergentes de las demandas ciudadanas. Es decir una organización independiente del nivel político, dotada con los recursos humanos, tecnológicos y físicos necesarios para el logro de los objetivos políticos coyunturales y permanentes.  Ello exige una definición en las relaciones que deberán existir entre los funcionarios políticos - transitorios - y los de carrera, permanentes. Lo acertado de tal articulación puede garantizar un modelo adecuado en el futuro, en un país tan propenso al cortoplacismo (léase privilegiar los intereses personales y/o sectoriales eventuales al interés general), generando políticas sustentables en el transcurso del tiempo. En otras palabras, agregar valor constantemente a lo producido, sin posibilidad de ser distorsionado por los dirigentes políticos eventuales y no contar la dotación permanente con instrumentos para contrarrestarlo.

El nivel político está claramente definido en los ministerios y secretarias, o subsecretarias - cuando estas correspondieren- dado que responden al Presidente de la Nación y que compete su designación. Asimismo los titulares o directorios de organismos centralizados, descentralizados y autárquicos.

        Resultaría trascendente que el nivel subsiguiente y permanente recayera en los hoy denominados directores generales o nacionales administrativos ( de ahora en más: DGA). Estos representan el nivel operacional fundamental para la concreción de los proyectos políticos de cada Ministerio u Organismo, como las políticas permanentes y sus modificaciones. Pensemos que cualquier proyecto o tarea a ejecutar, atinente a las cientos de direcciones repartidas entre las distintas áreas del PEN terminará en sus manos, una vez definido el nivel político respectivo, y a su vez será el inicio del proceso administrativo respectivo que lo consumara. Equivale a un gerente general en sus misiones que le competen al segmento del poder ejecutivo respectivo. Es un cargo clave, dado que de su idoneidad dependerá la ejecución correcta,  o no, de las políticas gubernamentales. Será un técnico idóneo en sus funciones respectivas. Asesorar al nivel político eventual y conducir operacionalmente las políticas a desarrollar. Resulta obvio que se requerirá que tal cargo – el de mayor  grado   y subsiguientes,  formen parte de la estructura permanente del estado, independiente del nivel político. La reforma a implementar definirá sus segmentos de competencia, recursos humanos, tecnológicos y físicos correspondientes a los fines de cumplir adecuadamente con las misiones y funciones asignadas. Es decir, que será el responsable total de las operaciones involucradas. De su productividad dependerá su permanencia en el cargo, como asimismo los resguardos suficientes para su descargo de las imputaciones que pudieran implicar el cese de sus funciones. Su juzgamiento, obviamente no será por el PEN, resultando razonable un organismo independiente como la Auditoria General de la  Nación:

 

5.2.1.1  Control mutuo entre políticos y dotación

         A los efectos de lograr un cumplimiento cierto de las políticas a implementar deberá establecerse un mecanismo de control mutuo entre el nivel político y el técnico-administrativo permanente. Los funcionarios derivados del acto electivo podrán juzgar en forma general y particular, periódica o a su criterio, a los distintos directores generales a su cargo según su nivel de productividad y estos dejar constancia por escrito ( debería ser en la aludida Auditoria) tanto del incumplimiento de las políticas que fueron expuestas en las  plataformas  partidarias respectivas  y sus modificaciones ulteriores hechas públicas, normas legales sancionadas contravenidas, o de orden general. Tal omisión implicará connivencia con sus circunstanciales superiores. No obstante el funcionario involucrado continuara con sus tareas, a los efectos de no obstruir la celeridad del Ejecutivo, dilucidándose oportunamente la controversia suscitada.

         Tal control mutuo entre ambos niveles garantizaría a la sociedad de no desayunarse con contrataciones faraónicas innecesarias, compras fraudulentas, asesoramientos/designaciones fuera de término, etc., etc., en sede judicial o en forma periodística, muy posteriormente al suceso. Es imposible omitir la estructura permanente en cualquier acto administrativo, como ser dictámenes jurídicos o registraciones contables presupuestarias, sin incurrir en falta. Esto ratificaría la importancia de la independencia de su designación en el cargo, obviamente por concursos abiertos, priorizando la idoneidad compatible al mismo. Asimismo para los Directores de área, jefes departamentales, etc.

        Tal independencia conjuntamente con el control mutuo aludido,  garantizará una estructura burocrática transparente, con políticas sustentables temporalmente más allá de los circunstanciales políticos. Asimismo la exigencia de un nivel de idoneidad superior (ver anexo I, Analistas de Símbolos en términos de Robert Reich), inducirá a la formulación correcta de proyectos, garantizando implementar con éxito las políticas públicas demandadas por la sociedad.  Asimismo, los DGA deberán registrar un nivel de inteligencia emocional que permita manejar con timing la articulación con el poder político eventual, con un cierto grado de estaño. Es decir técnicos con manejo político y de la realidad. En los niveles inferiores resultará suficiente con un buen nivel técnico, dado que tendrán funciones más restringidas, de soporte a proyectos comandados por el/los DGA respectivos.

        Tendríamos que dar por supuesto, para no repetir las tristes experiencias acontecidas en nuestra historia nacional - y sus graves consecuencias-  el  no designar funcionarios por intereses partidarios o corporativos, sin un grado de idoneidad suficiente para asumir los mismos. Poco serviría contar con un nivel operativo de calidad en la estructura permanente, sin la correspondiente  en el nivel de  conducción superior (y viceversa), fundamentalmente desde secretarios hacia abajo que tendrían que ser politécnicos para una fructífera articulación con el nivel técnico permanente.

                                                                                                                                       5.2.2 Implementación del proceso de Reforma
                      
       Evidentemente no es negocio dejar en manos de los lobos el cuidado del rebaño. Podría resultar imprudente que un proceso de reforma integral del estado Argentino estuviera en manos de los gobiernos de turno. Pero una independencia excesiva resultaría tan distorsionante como aquella postura, con relación los objetivos perseguidos. Es decir, no incurrir en una nueva frustración reformista. Analicemos las alternativas:

        Llave en mano: esto representa una licitación Internacional a un costo faraónico, por más control que se quisiera imponer. Recordar las contrataciones DGI, Banco Nación, aun descontando las coimas, y otras que no han surgido al conocimiento público, sin resultar satisfactorias. Esto tomando en cuenta costo-productividad alcanzados. Generalmente confeccionar un pliego de bases y condiciones para una licitación tan abarcativa, no solo en su diversidad - educación, salud, seguridad social, etc.- como en las fases y aspectos que involucra, es una tarea ciclópea que difícilmente pueda ser formulada correctamente y consecuentemente pagar tales dificultades ulteriormente. Más aún si consideramos el conjunto. Supuestamente el que gane, seguramente un foráneo dada la inversión, para lograr descifrar la incógnita Argentina no podrá prescindir de un alto grado de staff nativo del mejor nivel. Si yerra tanto en la elección de los hombres y/o en su diagnóstico - posibilidades altamente probables- otro nuevo dispendio y frustración consecuente...  

        Estimo que contamos con los recursos humanos suficientes, del propio estado y privados, para tratar de lograr diseñar, con el mayor grado de confiabilidad, un modelo que responda a nuestras demandas. Obviamente con los recaudos suficientes, dadas las negativas experiencias acontecidas: 

       Tendríamos el marco político definido: el PEN - incluye al Secretario que asumirá las funciones ejecutivas-coordinadoras del proceso- como la comisión Bicameral aludida, debería así sumarse un equipo multidisciplinario - acotado a la diversidad de campos a tratar- del más alto nivel técnico/científico, consustanciados con la problemática nativa en su respectivo metier, experiencia organizativa comprobable y sin ser excluyente, experiencia internacional. Los mismos tendrían funciones operativas, de articulación con la estructura permanente y asesoras hacia el nivel político. Tal equipo interdisciplinario sería la conducción estratégica del proceso de reforma, garantizando su pluralidad el debate y la confrontación - sin imposiciones - tan necesaria y carente en nuestro país. Cada uno en su especialidad, conformará los cuadros respectivos a los efectos de analizar las misiones y funciones políticamente definidas por cada área pública involucrada. Resultaría coherente reclutar, o un llamado a concurso si fuere necesario, a tales cuadros de las universidades, fundaciones o entidades civiles afines al ámbito público, como privados, expertos en reorganizaciones que podrían aportar una visión más empresarial al emprendimiento. En fin un mix que vislumbrara tanto la finalidad política, su nivel de productividad, referencias internacionales y el costo con relación a nuestro PBI. Asimismo desterrar los vicios públicos, como ser las inoperantes estructuras orgánicas, piramidales formales; como los parámetros/chicanas economicistas neoliberales que miden en moneda la finalidad de la prestación cuando esta puede tener variables cualitativas no traducibles en tal patrón como sucede en Educación o Salud.  Deberían complementarse ambos, siendo el económico referencial, no prioritario en las áreas en que prevalecen tales variables.

        Asimismo analizar en su oportunidad: las retribuciones adecuadas/posibles, tercerizaciones factibles, estabilidad, trabajo en equipos disciplinarios y multidisciplinarios, los escalafones-estatutos y concursos de cargos consecuentes. Capacitación permanente, teniendo en cuenta su calidad y sentido. Documentación de lo actuado. Todo esto acorde a las experiencias internacionales y nativas del ámbito privado o público.

        El grupo de conducción estratégica, conjuntamente con los cuadros constituidos iniciará la Formulación de los proyectos atinentes a cada ámbito público: circuitos administrativos y automáticos subyacentes, tecnología factible/disponible, dotación consecuente, prescindiendo de lo pre-existente y mayoritariamente deficiente en su eficiencia y/o eficacia. Embarcarse en reformar lo existente sería sumamente engorroso, dado que su conformación actual dista en demasía del modelo a implementar. La prudencia nos indica que debe establecerse sobre nuevas bases. Tal formulación de proyectos,  en si una hipótesis, deberá ser corroborado-consensuado en el seno social y en la estructura pública previa. Se dará participación a individuos involucrados, organizaciones gremiales u asociaciones afines, entidades civiles o privadas, sin excepciones. Sus objeciones serán confrontadas y debatidas, incorporadas parcial o totalmente, desestimadas, según una evaluación final fundada de la autoridad reformista, notificada y puesta consideración de la ciudadanía a través de los medios de comunicación.

        Concluida esta fase vital de confrontación y consenso, que extenderá temporalmente el proceso pero fundamentará sus cimientos, deberá efectuarse una evaluación conjunta del total reformado que permita lograr el mayor grado de eficiencia, interrelacionando labores comunes a cada área pública inserta (recursos humanos, tecnológicos, físicos, contabilidades, patrimonios, etc.) obteniéndose el mayor grado de productividad, consistencia y congruencia en su accionar.  

        Como colofón imprescindible de este “camino-solución” diseñado en el presente trabajo, será la confección del pliego de bases y condiciones para el llamado a licitación pública nacional e internacional para implementar la REFORMA. Tal pliego será ceñido a un marco  referencial certero, sin interpretaciones lábiles, consensuado socialmente y una supervisión factible de los cuadros que intervinieron en el proceso. Factores que garantizarían el éxito del proceso licitatorio como su certera ejecución, tan infrecuente en el Estado.  

 

          5.2.3      Reaseguros del proceso presente y futuro  

                                                                                                                                 5.2.3.1   Resguardo del conocimiento

           Todo el proceso reformista expresado garantiza su éxito al quedar todo el conocimiento acumulado en su propio ámbito. No solo la documentación que registrara todos las formulaciones de proyectos en los distintos ministerios, su implementación y supervisión, sino también en los hombres que los pergeñaron. Además de resultar obvio que quienes se presentaran como oferentes o adjudicatarios del acto licitatorio para implementar la reforma, deberán recurrir a los que diseñaron tales formulaciones y que a su vez ejecutarían los mismos, con el objeto de cotizar coherentemente y lograr un éxito en su implementación ( léase cobrar).  Destacase que tales agentes estarán fuera del contrato  que los ligaba al  estado por haber culminado su labor. Asimismo, base para la conformación de los cuadros directivos permanentes, que deberán concursarse, idóneos y totalmente consustanciados con el proceso. Es decir cerraríamos un circuito completo de concepción, supervisión y ejecución, quedando el conocimiento en el propio Estado. Factor este de vital importancia para la continuidad del proyecto, cuyo éxito se verá en el transcurrir del tiempo con una función pública adaptada a las demandas sociales permanentes y eventuales. Además desprenderse del asesoramiento continuo de los adjudicatarios, por no ser necesarios ya que se contará con el conocimiento propio. Factor negativo representativo de esas licitaciones llave en mano, muy costosas en el presente y factibles de corruptelas dada la indefinición que caracteriza a aquellas.

5.2.3.2   Garantía de transparencia y cumplimiento 
                  objetivos reformistas propugnados.  


        Suponer que en un estado del nivel de corrupción preexistente, se podrá llevar a cabo esta reforma, sería un error que boicotearía todo el proceso conduciéndonos a un camino errado. Resulta imprescindible desde la inicial concepción política de las misiones y funciones de  los ministerios, la presencia activa de una organización que actué como veedor, ajeno a la respectiva estructura pública, de inequívoca imparcialidad . No solo que objete sino que aporte-debata sus conocimientos y temores, en todas las fases del proyecto reformista, además de dar el OK final al proyecto una vez concluida la fase licitada de implementación. Sin su acuerdo el adjudicatario no cobra. Igual para los contratos que implica la conducción estratégica y el staff respectivo. Asimismo supervisar los concursos públicos para la cobertura de cargos directivos en la reformada administración pública.

 

         5.2.3.3   Resguardo para las modificaciones ulteriores  

 

         Una vez implementado, diría con mayor precisión en el transcurso de la misma surgirán, ya sea por ajustes propios a la reforma como de orden legal o coyuntural, modificaciones a los sistemas administrativos diseñados. Tal proceso es inesquivable y necesitaría de un resguardo para que las reformas introducidas no distorsionen la labor efectuada y simultáneamente ofrecer posibles soluciones operadas en otras reparticiones o direcciones. En otras palabras : capitalizar/racionalizar el esfuerzo cotidiano.  Se requeriría la creación de un Organismo que podría denominarse

  INSA: Instituto Nacional de Sistemas Administrativos, que centralizara todos los sistemas administrativos y automáticos subyacentes propios de la reforma en todos los ministerios. La modificación de los mismos, implicará su control y supervisión, dando coherencia al sistema público. Sus cuadros directivos, equivalentes a DGA, deberán ser del mayor nivel intelectual en su materia, consustanciados con el proceso de reforma, ya que tendrán que analizar la parte a modificar con el conjunto sistémico respectivo y del PEN, aportando sus conocimientos. Serán los jefes naturales de las autoridades máximas Sistémicas de cada área del PEN (ver anexo II)

 

        Auditado por la UBA, no sé la actual, para una mayor resguardo de su nivel técnico y su actualización. Con una estructura autárquica del poder político.  

 

Punto 6 del ensayo: La futura organización permanente