Para su mayor información este concepto se ha desarrollado con mayor amplitud en el punto 6 del ensayo que sistematiza los fundamentos del proyecto Red SOLeIDO. Ver síntesis ensayo aludido

Luego de un extenso y arduo proceso de ejercitación lograse captar/generalizar el concepto de organización de los recursos humanos, técnicos y físicos disponibles/factibles. Todo lo expuesto ulteriormente es producto de mi experiencia en el Estado, el reino del todo es posible (negativo y positivo). Entre estas, conformar grupos de trabajo no inducido - sin estratificaciones formales, basado en la cooperación mutua; proyectos idóneos de la nada; la trascendencia de la conducción jerárquica, el ajuste continuo de sistemas, etc.. Todo ello enriquecido con la información proveniente del ámbito privado que corrobora igual cosmovisión (el factor inteligente trasfronteras).

Este bosquejo de organización es totalmente perfectible. Más aún con la aspirada interrelación de hombres provenientes de diversas esferas de acción, que pueden aportar nuevas soluciones/alternativas. El mismo sustentase en lo siguiente: estructuración jerárquica-consensuada (mandos superiores con mayor nivel de idoneidad, avalados por sus niveles subordinados); integración de equipos disciplinarios e interdisciplinarios, con participación vertical y horizontal, limitada estratificación formal, autocontrolados.

Características:

Conducción estratégica de la Organización

  • Generalmente la conducción debe ser jerárquica/consensual/colectiva. La cadena en la toma de decisiones - que afecten el conjunto- debe ser irreversible: superior/inferior. Esto no deviene de la autoridad formal sino la moral. Quien ostente mayor nivel, será quien tenga equivalente idoneidad. Ergo, mejores condiciones para decidir. Aunque la propuesta surja de niveles inferiores a tal conducción, la misma debe ser analizada por ésta para garantizar la coherencia en el conjunto organizacional. Siendo este estructurado vertical y participativamente , garantizará que cualquier decisión trascendente sea enriquecida - debatida/confrontada- por sus integrantes.
  • Estará conformada por un equipo interdisciplinario: un mix interrelacionando miembros experimentados en la actividad nuclear de la organización, con los que además se hallen consustanciados con el trabajo cotidiano de la misma (evitar distorsiones, tomando decisiones que reflejen positivamente a la entidad en lo coyuntural e histórico). Los miembros consustanciados aludidos deben ser semi-permantes en la conducción superior, preferentemente coordinadores de los equipos de mayor nivel (información precisa y actualizada).
  • Los que conducen estratégicamente deben ser de un nivel tal que permita definir el conjunto como un todo, cuyo ajuste debe responder al marco global interno y externo, evitando duplicaciones y yuxtaposiciones en su estructura. Asimismo una inteligencia emocional correlativa. Una organización conducida según lo expuesto, es naturalmente antiburocrática. La burocracia emerge cuando las operaciones  e intereses sectoriales no son compatibles con los del conjunto. Es decir, cuando cada sector responde a sus propias necesidades, ajenas al resto de la estructuración que forma parte. La sumatoria de cada una de éstas autoconstituidas hacen el todo, infringiendo una norma científica básica: "La suma de las partes no es igual al todo".
  • Un buen nivel emocional de los miembros - como su interacción - permitirá que se vislumbren los objetivos institucionales de los personales/sectoriales, accediendo así a toma de decisiones rápidas y productivas. Asimismo, garantizará el accionar antidelictivo, más aún si es colectivo (asociación ilícita) ,dado que quien posee un nivel emocional adecuado permitirá la comprensión del no-negocio de la corrupción, dada su inseguridad intrínseca y dilucidar el verdadero negocio: el largo plazo, aunados a los de su organización, que finalmente redundara en su beneficio (por añadidura).
  • Su composición multidisciplinaria - el número dependerá del volumen y/o diversidad - incluirá un visión amplificada de apertura , no solo interna y externa inmediata/conexa, sino con la del conjunto social de incidencia (ecología, derechos, etc.).
  • Las obligaciones formales de una organización requieren un responsable administrativo último. Será consensual - podría ser rotativo- y responderá formalmente a las decisiones del conjunto.

Labor en equipos disciplinarios

  • Su estructuración horizontal obedece a dos razones fundamentales: el autocontrol y autovaloración grupal, propios de un equipo participativo (debate/confrontación).
  • Objetivos unívocos (único o múltiple), con conocimiento del equipo de los mismos y su inserción en el conjunto general, ganando coherencia en su operatividad.
  • Complementación funcional: la misma deben ser identificadas por cada uno de los miembros, con el entendimiento en el accionar del conjunto. Debate/confrontación de los ajustes al equipo y transmitidos al nivel superior. La responsabilidad ultima será del coordinador, cuya autoridad estará sustentada en su mayor idoneidad (consensual), persuasión y participación; excluyendo la figura histórica del jefe propia de estructuraciones formales y piramidales anacrónicas.
  • Su estructuración participativa torna factible el autocontrol y autoevaluación grupal. Tal evaluación - constatada, discutida por el grupo (objetada, disuelta, persuadida)- reflejará realidades. Asimismo el autocontrol, al limitar posibles excesos individuales como su contención. Esta conducta es bien valorada, frente a las experiencias funestas - históricas- de hostigamiento individual, reforzando el autocontrol grupal.
  • La subjetividad es inherente al ser humano, la objetividad nos trasciende, aportándola la labor en equipo de cualquier nivel.
  • La eliminación de puestos formales piramidales, producto de la organización en equipos participativos, excluye la transmisión formal de ordenes - cuestionadas o no, según los intereses y/o respuestas emocionales del receptor- evitando errores/horrores consecuentes.

Incidencia negativa de estas organizaciones anacrónicas.

         Respetar y consensuar la idoneidad como un orden jerárquico natural, genera la disolución de conductas negativas propias de organizaciones no participativas. En estas, muy frecuentemente, la asignación de roles formales no son ejecutados apropiadamente, carencia observada por sus subordinados. Las exigencias cotidianas obligan a una sobreactuación para hacer de... (el rol asignado), generando conductas inadecuadas de ambas partes (jefes/subordinados): delegación inoportuna/inapropiada (alguien debe hacer lo que aquel no puede); el favoritismo consecuente (todo se paga) y los excesos de atribuciones de los favorecidos... Odios, rencores, envidia, alcahuetería... Un "clima óptimo" para el desarrollo personal e incitación a otros incompetentes a su acceso al poder formal. Cuando la organización es inteligente como la descripta en este artículo, estas conductas tienden a disolverse con las autovaloraciones consensuadas y el autocontrol grupal.

Cuando la autoridad deviene de capacidades reales, disipa una relación fomentada social e históricamente: autoridad-sumisión. Cuando la autoridad formal es aceptada "naturalmente" por el subordinado, implica que al ser él superior, exigirá igual nivel de sumisión a sus inferiores. Le resultará inentendible quienes osen cuestionar su autoridad formal (verbal y/o actos). La arbitrariedad será su patrón resolutivo . En una prestigiosa Universidad Americana se realizó una experiencia en la materia, que nos indicará lo trascendente de su erradicación o desaliento. Solicitábase la participación - remunerada- de profesionales universitarios para un experimento científico. Este constaba de lo siguiente: una cabina de que poseía una palanca con un rango numérico de 0 a 220. Desde un micrófono instalado en la misma, se le transmitían órdenes verbales sobre el movimiento de la palanca referida. Frente a la cabina, un sujeto sentado y atado a una silla, unida a la misma por un cable. Cuando se daba ordenes de manipular la palanca de 0 en adelante, progresivamente, hasta acercarse a los 220, el sujeto exteriorizaba signos inequívocos de recibir descargas eléctricas, concomitantes a la graduación de la palanca de comando. Registrándose en su máxima expresión, los 220, una electrificación-muerte del sujeto receptor. Finalizadas las pruebas, se comprobó un alto acatamiento a deslizar la palanca hasta 220. Cuestionados los que llegaron al tope, si al ver al sujeto-simulador atado a la silla sufrir las consecuencias directas de su accionar (¿ por qué no cesaron?) aludieron a que no pudieron dejar de cumplir la orden. Dicen que hasta hubo divorcios. Hitler revoloteo en las pruebas. No es sorprendente, aun en el nivel intelectual involucrado, para quienes tenemos cierto training en la observación de conductas. Así tuvimos la obediencia debida y cualquier otra barbaridad. Debe mitigarse toda fomentación de la obsecuencia, si mañana no queremos ser víctima de la misma.

El trabajo en equipo implica una revisión de los conceptos de rivalidad y competencia, tomados habitualmente como sinónimos. La competencia induce al hombre a mejorar su perfomance, a autosuperarse. De tal proceso surgirán las habilidades para vencer a sus ocasionales competidores. Los atletas saben bien de ello; deben superar sus propias marcas, para alcanzar/superar el récord (quien lo ostente es referencial).

La rivalidad implica el otro, vinculado a nuestros más ancestrales sentimientos tribales. Comprende la humillación-destrucción del contrincante asociado a sus privaciones instintivas. La evolución humana ha logrado desplazar esos sentimientos hacia el deporte, con rivales a vencer a toda costa. Pero aún son fuertes los resabios que se transfieren al ámbito laboral, fomentado por las organizaciones piramidales-formales, generadoras de sentimientos agresivos entre colegas. Esta conducta transforma la sana competencia en rivalidades exacerbadas en el campo laboral, que finalmente perturban el accionar del conjunto al prevalecer los intereses personales sobre los organizacionales. Debemos propulsar la autosuperación de nuestras habilidades como forma de competencia constructiva. Pauta compatible con el trabajo en equipos participativos.

Este bosquejo de organización estructurada en la idoneidad, es una solución factible a la problemática propia de toda organización: burocracia, corrupción, inoperancia en la toma de decisiones. Pero fundamentalmente, a lo que hace a nuestra calidad de vida, al brindar cambios propicios en conductas sumamente perturbadoras socialmente: chambonaje, obsecuencia, rivalidad, etc.